
Muy al contrario, la Tierra desde fuera se ve rodeada de basura y desperdicios. Llena de contaminación y desechos que hemos ido tirando los humanos.
Nos empeñamos en creer que no pasa nada y no somos conscientes del peligro que acecha si no empezamos a cuidar nuestro planeta. Los científicos afirman que uno de los mayores temores sería colisiones en una especie de efecto dominó sin fin.
Los expertos en el tema y científicos están buscando soluciones para limpiar todas estas grandes cantidades de basura. Una de las ideas es la creación de robots que se encarguen de ello, pero la realidad es que nosotros tenemos todo el poder.
Reciclar, cumplir con las normas básicas para no destruir la Tierra antes de tiempo y ser responsables con el consumo. Estas son algunas de las claves para conseguir que esto no acabe en desastre inminente.
La basura espacial
La basura espacial es un término para nombrar a los objetos artificiales difuntos en el espacio, principalmente en la órbita terrestre, que ya no cumplen una función útil. Esto puede incluir naves espaciales que ya no están operativas, etapas abandonadas de vehículos de lanzamiento, escombros relacionados con la misión y escombros de fragmentación. Los ejemplos de desechos espaciales incluyen satélites abandonados y etapas de cohetes gastados, así como los fragmentos de su desintegración, erosión y colisiones, como manchas de pintura, líquidos solidificados por desintegración de naves espaciales, partículas no quemadas de motores de cohetes sólidos, etc. Los desechos espaciales representan un riesgo para las naves espaciales.
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