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El automóvil se reinventa para adaptarse a las ciudades del futuro

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Actualmente, el planeta Tierra es el hogar de alrededor de 7.700 millones de personas. Dentro de 30 años, las estimaciones indican que seremos 9.700 millones de seres humanos, de los cuales el 70%, es decir que casi 6.800 millones, viviremos en ciudades. Si ahora sufrimos los atascos de tránsito y la contaminación sonora y ambiental por las grandes autopistas repletas de vehículos, ¿te imaginas el caos del futuro? Ingenieros y científicos ya lo han imaginado, y por eso están trabajando en el automóvil que se reinventa para adaptarse a las ciudades del futuro.

La fabricación de automóviles atraviesa un momento de transformación profunda para adaptarse a las exigencias del siglo XXI. Los automóviles se transforman para no contaminar, para consumir menos energía y ser más baratos. Y para ser más fáciles de manejar. O incluso, para funcionar sin que ningún ser humano esté al volante mientras la máquina se desplaza por las calles.

Lo que nunca va a cambiar en un vehículo en la importancia de la realización de un adecuado mantenimiento de todos sus componentes. Para eso, debemos controlar periódicamente su buen estado realizando los cambios de repuestos que el fabricante nos informa o cuando lo indiquen expertos en este aspecto, como ocurre  aquí en Toppiezascoches.es

Ciudades del futuro: los coches deben adaptarse

Desde que el automóvil se transformó en un producto de consumo masivo a través de su fabricación en serie, las grandes urbes se diseñaron en base a la utilización del vehículo.

Los centros históricos de las ciudades fueron atravesados por grandes avenidas que facilitaran el acceso de los automóviles.

Arquitectos e ingenieros basaron todos sus trabajos en la comodidad del conductor. Pero hubo un momento en el que el espacio ya no fue suficiente.

El incremento exponencial del parque automotor generó que en algunas ciudades los atascos de tráfico sean una parte permanente del paisaje urbano que las ciudades le ofrecen a sus habitantes y turistas, con todos los problemas que eso trae.

El coche, un obstáculo

Por eso, en este siglo XXI el concepto ha cambiado: el diseño urbanístico debe colaborar a reducir la polución sonora o del aire. Muchos gobiernos han optado por la peatonalización de las zonas céntricas para evitar el paso de los coches y crear las ciudades del futuro.

Entonces, los genios que diseñan las máquinas del futuro comenzaron a planear nuevas ideas para que los vehículos nuevos encajen en la nueva concepción de ciudades que existe en la actualidad.

Vehículos súper conectados

Las ciudades inteligentes son aquellas que están hiperconectadas gracias al increíble desarrollo de la tecnología.

Una simple conexión a Internet le informará a nuestro vehículo sobre diversas situaciones.

La principales es sobre amenazas meteorológicas, para indicarle al conductor si debe variar su estilo de manejo al volante.

Por ejemplo, es muy común que los automóviles más modernos detecten si la superficie por la que circulan es más resbaladiza que lo habitual.

Otra de las advertencias que se puede recibir es el mal estado de una carretera o una conducción imprudente por parte de otros conductores que circulan detrás o adelante nuestro.

Coches autónomos en las ciudades del futuro

Aunque estos vehículos todavía están en plena etapa de desarrollo, hay situaciones que dejaron de ser irreales.

Ya no nos parece una escena sacada de una película de ciencia ficción ver pasar a nuestro lado un automóvil sin una persona situada en el asiento del conductor.

Además de trasladarse solos gracias a un sistema inteligente de cámaras y sensores que le indican el estado del tráfico, este tipo de vehículos es capaz de buscar un lugar de aparcamiento por sí mismos. Y lo mejor de todo: ¡realizan la maniobra sin que el ser humano intervenga!

En coches más inteligentes, el usuario ingresa en la computadora a bordo el lugar exacto en el que desea que el auto quede aparcado.

Luego de bajar en la puerta del destino, el coche se dirigirá solo y automáticamente al aparcamiento registrado anteriormente.

La autopista eléctrica

Uno de los avances que más sorprenden apareció hace ya tres años en Suecia. En este país nórdico se inauguró la primera autopista eléctrica del mundo. Este fue un paso más hacia la eliminación de la utilización de energía contaminante en el transporte. Y otro en dirección al futuro urbanístico, ya que muchas ciudades analizan los resultados de esta creación para implementarlos también en sus calles.

En Suecia, los camiones generan el 15% de las emisiones de dióxido de carbono del país. Lo ideal es que se masifique el uso de coches eléctricos.

El peso de estos vehículos y las grandes distancias que deben recorrer, todavía hacen imposible que puedan impulsarse de manera eficiente con energía eléctrica.

La inteligencia al servicio de los coches

Sin embargo, los suecos encontraron una solución intermedia: si el vehículo no es eléctrico, le dieron electricidad a la autopista.

El proyecto, conocido como eHighway, es parte de la autopista E16, al norte de Estocolmo. Al ingresar a la autopista, los camiones pueden engancharse a los cables aéreos que transportan la energía. Así, dejan de utilizar el motor a combustión interna.

Si necesitan superar a otro vehículo, los camiones pueden desconectarse gracias al mecanismo articulado que llevan en la parte de arriba y una vez finalizada la maniobra de sobrepaso, vuelven a engancharse y alimentarse de energía eléctrica.

El conductor se reinventa para adaptarse: vehículos compartidos

Otra solución es que la transformación ocurra en la mente del conductor y no en la tecnología del automóvil. La compra y posesión de un coche nuevo es uno de los grandes objetivos de la mayoría de las personas que logran alcanzar un ahorro periódico y mensual de euros. Sin embargo, los trastornos que genera la conducción en las colapsadas autopistas que existen en la actualidad hacen repensar su utilidad en las ciudades del futuro.

Por eso es cada vez más común el concepto de “coche compartido”: varias personas que suben a un mismo vehículo si se desplazan todos de un punto a otro, aunque no sean amigos ni familiares.

A través de las aplicaciones de nuestros móviles podemos encontrar grupos de personas que ofrecen sus vehículos para compartir gastos y estrés. Cuantos menos automóviles existan en las calles, menos serán los atascos con los que nos toparemos.

Para los amantes de la tecnología existe el alquiler de autos a través de aplicaciones. Cuando uno necesita llegar al centro de la ciudad, alquila un coche y lo deja aparcado cuando no lo necesite más. Entonces, otra persona que utiliza la misma aplicación y necesita viajar, pedirá un código que llegará a su teléfono móvil y al activarlo la puerta del vehículo se abrirá, dejando subir al usuario. Así, un mismo vehículo puede ser utilizado varias veces en el día por muchas personas que, de no tener esta posibilidad, sacarían a la calle cada uno su propio automóvil.