1.Ir a un macro festival, por ejemplo a Burning Man.
Acudir a un evento multitudinario de calidad es una experiencia de las que se te quedan marcadas en la retina para siempre. Alrededor de todo el mundo puedes encontrar muchas ofertas que seguro que te interesan.
Nosotros desde aquí te animamos a que busques uno que te haga realmente ilusión para poder disfrutarlo al 100%, pero para darte alguna idea te proponemos por ejemplo el festival Burning Man, que es un festival que dura siete días en Nevada, Estados Unidos.
Se crea una ciudad, Black Rock, que sólo existe durante el festival, se suele describir como un experimento de autoexpresión y autosuficiencia donde muchos artistas acuden para poder participar en la «creación del arte por amor al arte».
El año pasado el festival consiguió reunir a más de 53.000 personas costando las entradas alrededor de los 400$.
2. Ver la aurora boreal en Groenlandia.
La aurora boreal es uno de los fenómenos de la naturaleza más bellos que podemos ver en nuestro planeta Tierra.
Se puede contemplar en los cielos nocturnos entre los meses de septiembre y marzo si te encuentras en el hemisferio norte, si por el contrario te diriges al polo sur, los mejores meses para verlo son los que están entre marzo y septiembre.
Si piensas que esta obra de arte sólo puedes contemplarla en fotografías estás muy equivocado, ¡un billete a Groenlandia, por favor!
3. Año nuevo en Nueva York.
Ha salido en muchas películas y siempre te desconsuelas ante las imágenes emocionantes de la gente celebrando fin de año en Times Square. Hacer la cuenta atrás y esperar los fuegos artificiales en esa plaza abarrotada de gente puede ser una de las experiencias más alucinantes de tu vida.
Aunque tienes que tener en cuenta que terminar el año en Nueva York tiene muchas más posibilidades que no son Times Square. Muchas partes del Central Park se convierten en lugares festivo que también ofrecen una bonita vista de los fuegos artificiales.
4. Ir al carnval de Río de Janeiro, Brasil.
Dicen que es el mejor carnaval del mundo y es que por algo tiene fama mundial. Desfiles de samba, los disfraces, el sambódromo. La ciudad se viste de color y la gente sale a la calle para disfrutar de una de las mejores fiestas del mundo.
El carnaval de Rio tiene una duración de cuatro días en los que hay competiciones de samba, desfiles en el Sambódromo y en las calles, carrozas brillando y mucha gente de todo tipo disfrutando la celebración, sin importar la edad, la clase social o el color de la piel.
Esta fiesta no gira en torno a ideas banales, por un lado mantiene latente la tradición compartiendo la memoria histórica desde un enfoque cultural y artístico.
5. Bucear en un arrecife.
Conocer todas las maravillas que tenemos en el mundo es fundamental para valorar lo que tenemos. En varias ciudades del mundo se encuentrar ciertos monumentos o esculturas que son consideradas eso, «maravillas del mundo«. Pero ¿qué pasa si vamos un poco más allá y nos fijamos sólo en aquellas maravillas que se crean solas sin que el ser humano interceda?
Pues que posiblemente el primer destino al que tengamos que acudir está debajo del mar: un arrecife. Sumergirte, siempre con supervisión y cuidado, a tantos metros de profundidad hace que te encuentres un mundo paralelo.
Disfrutar de la biodiversidad acuática, desconectar del mundo de arriba, darte cuenta de que el mundo es el doble de grande en una actividad que es mucho más segura y barata de lo que piensas, esto es lo que te ofrece practicar el buceo en lugares extraordinarios.
6. Compra un billete de avión barato y descubre un nuevo lugar.
La improvisación siempre da lugar a momentos divertidos y experiencias únicas. Hacer un viaje sin mucha planificación es algo que tienes que hacer al menos una vez en la vida. Métete en Internet o vete a tu agencia de viajes de confianza y elije un destino que no conoces que tenga un billete barato.
Adéntrate en la aventura de la espontaneidad y déjate llevar por la ciudad de destino, sus calles, su gente, su cultura. Seguro que no te arrepentirás.
7. Dar un paseo en bicicleta por Amsterdam.
Si viajas a Amsterdam es obligatorio alquilar una bicicleta para disfrutar de la ciudad sobre este medio de transporte ecológico.
Verás que irás acompañado por decenas de personas que escogen esta opción para moverse por la ciudad mágica. Quizás el encanto de la ciudad es el mismo, pero lo que cuenta es la experiencia de sumergirte de lleno entre el pueblo local y descubrir así sitios que quizás andando no verías.
8. Comer una pizza en Nápoles.
La gastronomía italiana tiene fama mundial y bien fundamentada. Viajar a este país para disfrutar de la cultura culinaria es una experiencia que no se te olvidará en la vida.
Si tienes que elegir una ciudad en concreto te recomendamos que sea Nápoles, ya que destaca sobre otras por la calidad. La cultura gastronómica ha nacido de la fusión de las diferentes culturas que se han implantado en la ciudad durante siglos, hasta obtener un resultado exquisito.
Seas o no amante de las pizzas, una de Nápoles tendrás que probar alguna vez en tu vida.
9. Haz un viaje en solitario.
Disfrutar de un viaje no sólo para conocer otras ciudades sino para desconectar del resto del mundo y encontrar tiempo para tí mismo es una experiencia enriquecedora.
No tiene por qué ser en lugares específicos, elije una ciudad o pueblo que tengas ganas de conocer y planéalo en solitario. Compartir las buenas experiencias con tu pareja, amigos y familiares siempre está muy bien, y para eso siempre tendrás tiempo. Pero tomarte unos días para tí y disfrutar del entorno y de tu misma compañía es algo que te recompensará emocionalmente.
10. Hacer una excursión por los Alpes en un tren de cremallera.
Entrar en un tren clásico siempre emociona, si además lo haces en una excursión por uno de los sitios más bonitos del mundo, mucho mejor.
Este tren te lleva a lo largo de una de las rutas ferroviarias más impresionantes del mundo, de hecho recientemente ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Practiques o no el senderismo, este tren te da la posibilidad de tener unas vistas panorámicas de los Alpes suizos desde un cómodo sillón del tren rojo por excelencia.
11. Subir al monte Fuji.
Este cono volcánico con 3.776 metros de altura se ha convertido en un icono de Japón. Está considerado sagrado desde hace siglos e incluso estuvo prohibido que las mujeres subieran a la cima.
Actualmente es todo un referente para los alpinistas y para los peregrinos, ya que este volcán tiene un gran significado espiritual para los japonenes.
El ascenso puede durar entre tres a ocho horas y el descenso de dos a cinco, aunque si no te apetece andar mucho, parte sí que la puedes hacer en coche.
12. Hacer un viaje inspirado en un libro o una película.
Seguro que alguna vez has visto una película o leído un libro que trataba sobre un viaje y te ha entusiasmado. No te lo pienses dos veces y atrévete a meter un par de cosas en la maleta y vive tu propia experincia.
Teniendo el libro o película como referencia, verás como algunas cosas cambian a mejor, otras quizás te decepcionen un poco, pero seguro que te llevas una experiencia muy reconfortable y, quién sabe, quizás te sirva de inspiración para escribir tu propia novela.
13. Asiste a un gran evento deportivo.
Seas o no aficionado al deporte, la sensación que te proporciona disfrutar en vivo de algun evento grande es algo que no puedes sentir de ninguna otra manera.
Tienes un abanico muy extenso para elegir eventos dependiendo del deporte que te guste más o la clase de experiencia que quieres vivir. Un mundial de fútbol, de baloncesto, unas olimpiadas, etc. son algunas de las opciones que te garantizamos se te quedarán grabadas en la retina.
14. Beber cerveza en un Oktoberfest.
El oktoberfest (fiesta de octubre) es una fiesta que se celebra en una ciudad de Múnich, Alemania. Se puede considerar la fiesta más grande de Alemania y una de las más conocidas mundialmente.
Dura entre 16 y 18 días y la protagonista, indudablemente, es la cerveza. Pero no se sirve cualquier cerveza, sólo se puede suministrar las cervezas que cumplan con un mínimo de 13,5 Stammwürze (6% de alcohol aproximadamente) además de ser fabricada dentro de Múnich.
Son semanas de fiestas, risas y desgustación de cervezas diferentes y sabrosas. Que la cerveza no te encante no tiene que ser un problema para acudir al Oktoberfest, ya que el ambiente es tan sano y festivo y que no arrepentirás.
15. Ir a un concierto de música clásica en Viena.
La cultura es algo fundamental que aprendemos cuando viajamos a otros países. Empaparnos de sus costumbres y de su arte nos hace crecer como personas y hacer que cada viaje cuente un poco más.
En Viena hay conciertos de música clásica casi a diario y proporcionan placer para la vista y lo oídos por igual. Puedes encontrar mucha variedad, ya que muchas veces los músicos van vestidos con trajes de época, o la orquesta está acompañada con bailarines con solistas vocales.
Eso sí, te recomendamos compres las entradas con antelación, ya que estos conciertos suponen uno de los principales atractivos turísticos de Viena.
16. Comprar ropa en Milán.
Darte el gustazo de caminar por calles y calles donde se encuentran las mejores tiendas del panorama internacional es posible en Milán.
No te preocupes por el estilo, porque las tiendas las hay de todo tipo para cubrir las necesidades de la mayoría de la gente. El camino se ameniza con artistas callejeros que te entretienen entre tienda y tienda y el ambiente que se crea en las principales calles es muy bueno.
Quizás no puedas permitirte hacer tu cambio de armario en Milán pero seguro que sí puedes autoregalarte alguna de las prendas que más te gusten.
17. Visitar los 7 continentes.
No todo el mundo puede decir que ha dado la vuelta al mundo pasando por los siete continentes, aunque tampoco es un trabajo muy complicado, quizás la Antártida un poco más, pero nada es imposible.
¿Qué mejor que ponerte de reto haber estado al menos una vez en cada uno de los continentes? A nosotros nos parece una idea estupenda y fundamental para viajes obligatorios de hacer una vez en la vida. Lo bueno es que si nos haces caso en el resto de viajes, este lo tendrás prácticamente hecho.
18. Haz la ruta 66 en moto.
La mítica carretera de EEUU es el sueño de todo motorista, pero también de muchos viajeros. Conocida como la Calle Mayor de Estados Unidos, mide casi los 4.000 kilómetros atravesando ocho Estados, desde Illinois hasta Los Ángeles.
La carretera se «descatalogó» en 1985 porque con la creación de otras autopistas ya se veía innecesaria. Sin embargo es tanta la fama que adoptó, que la carretera ha sido señalizada con carteles de «Historic Route 66» (Ruta Histórica 66) y ha muelto a aparecer en los mapas de carretera de esta forma.
Hacer el camino entero parando en los diferentes Estados es un viaje maravilloso, pero si quieres invertir menos tiempo y dinero siempre puedes seleccionar el tramo de la ruta que más te guste.
19. Viajar como mochilero.
Viajar con equipaje de dos o tres maletas, quedarte en hoteles y subirte a los autobuses turísticos de las ciudades que vas a visitar está muy bien. Pero viajar de mochilero y poder moverte entre los pueblos con facilidad, es un viaje totalmente diferente.
Ni mejor ni peor, es sólo que las ciudades se sienten de otra manera y el viaje cambia drásticamente. Viajar así es muy cómodo cuando quieres recorrer varios países en un mismo viaje.
Un ejemplo característico que ha tenido mucho éxito en Europa es el interrail. Viajar en trenes de noche y visitar las ciudades de día con tu mochila a tu espalda es muy práctico. Decides a qué ciudades quieres dedicar más tiempo y buscas un alojamiento confortable. Una de las mejores cosas que tiene es que puedes improvisar sobre la marcha y si una ciudad te gusta mucho quedarte algunos días más.
20. Celebrar San Patricio en Irlanda.
Cada año, el 17 de Marzo las calles de Irlanda se visten de verde para celebrar San Patricio. Esta fiesta es, seguramente, el santoral más celebrado del mundo. Conmemora el fallecimiento de San Patricio, patrón de este país.
Más allá de la religión, todos celebran esta fiesta vistiéndose de verde y disfrutando de los desfiles y la cerveza (incluso algunos establecimientos tiñen la cerveza de verde). Comenzó siendo una fiesta religiosa pero con el paso de los años supone una de las tradiciones más importantes de los irlandeses.
Si tienes en mente visitar Irlanda no te lo pienses dos veces y elije Marzo como fecha, así que podrás vivir la experiencia de la fiesta nacional.
21. Dar clases de tango en Buenos Aires.
Buenos Aires es una ciudad bellísima para recorrerla al detalle y disfrutar de todos sus rincones. La ciudad, los paisajes, la gente, la gastronomía, la cultura, la música, el baile…
Y es que en muchas calles puedes encontrarte con una pareja apasionada que baila tango dejándote boquiabierto. El tango surgió en el siglo XIX y revolucionó el baile por la sensualidad y la emoción que era capaz de transmitir.
Si viajes a Buenos Aires no te cortes y da alguna clase de Tango para disfrutar de esa experiencia aunque sea con algunos pasos sencillos.
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.