
Sí, el tren subterráneo que aparece en la imagen tiene la habilidad de moverse como tu mente quiera. Ni va ni viene, sino que hace lo que tú quieres. El motor de esta máquina es tu propio cerebro.
Basta concentrarse para decidir si quieres que avance en un sentido o en otro. Tan fácil como desearlo y hacerlo. No hay más vuelta de hoja, quien manda eres tú, puedes ser maquinista por una vez y sin salir de casa.
La sensación no podría ser más genial. Ver como tus sentidos en unión con tu mente deciden algo que se cumple al instante no tiene precio. Es sencillamente increíble.
Lo mejor es que puedes hacerlo cuantas veces desees. El tren se moverá siempre según tus órdenes. La mente humana tiene más poder del que creemos, solo hay que entrenarlo.

Fuente: Huffington Post
Gran apasionada del diseño y la escritura, me encanta leer prensa dedicada a la arquitectura, tanto nueva como antigua.

