El catedrático de la Universidad de Navarra, Miguel Ángel Martínez-González tiene la respuesta a esta pregunta. La dieta mediterránea se basa en la ingesta (ni en exceso ni en defecto) de frutas, cereales, legumbres y verduras principalmente, junto a algo de carne y mucho pescado. Este experto en nutrición se ha valido de una muestra de 7500 personas para conformar su estudio. Según él mismo, si todos siguiéramos la verdadera dieta mediterránea, hiciéramos algo de ejercicio físico a la semana y no fumáramos, se aumentaría la esperanza de vida hasta los 100 años.
Es por ello que nos preguntamos: ¿sabemos realmente lo que comemos? En ocasiones, somos muy ignorantes a la hora de comer y no sabemos lo perjudicial que pueden resultar ciertos alimentos para nuestra salud. Para ayudarte a mejorar y encontrar la verdadera esencia de la dieta mediterránea te dejamos con los 8 alimentos que debes tachar ya de tu lista si quieres seguir ¡la dieta más saludable del mundo! Y no lo decimos nosotros, ¡lo dicen los expertos!
1. Cereales con mucha azúcar o barritas
Lo mejor es tratar de elegir cereales integrales y fijarse bien en las etiquetas a la hora de comprarlos, ya que muchos de los cereales, barritas o incluso muesli (que parece más sano) que vemos en los supermercados contienen niveles muy altos de azúcar.
2. Alcohol de alta graduación y cerveza
Las bebidas como el whisky, ron, vodka o cerveza tienen muchas de las llamadas calorías vacías que nos hacen ganar en peso e hinchazón abdominal. El vino tinto, en cambio, es mucho más saludable si se toma acompañado de la comida varias veces a la semana.
3. Embutidos y carnes rojas
La carne roja y los embutidos incrementan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, hipertensión y de sufrir un infarto debido a sus altos índices de grasa. Mejor opta por carnes magras o blancas como el pollo, el conejo o el pavo.
4. Mantequilla y aceites de palma o girasol
Tanto la mantequilla como aceites vegetales (de palma o girasol) son muy peligrosos para los niveles de colesterol. Elige siempre aceite de oliva, el llamado oro líquido de la dieta mediterránea.
5. Pan blanco
Aporta las mismas calorías que el integral, sin embargo contiene más cantidad de azúcar en forma de almidón (especialmente el pan de molde) y más aún cuando es congelado. El pan integral es más idóneo por su alto contenido en fibra tan beneficiosa para regular el tránsito intestinal.
6. Pizza y productos lácteos muy grasos
El queso, al igual que otros productos lácteos, pueden resultar muy grasos y con un alto índice calórico si además lo acompañamos de masas o salsas como en el caso de las pizzas.
7. Dulces de postre
Cualquier postre que no sea fruta al final de la comida nos aporta calorías y azúcares extra para nuestro cuerpo que no terminaremos de quemar. Aunque cueste es mejor renunciar a los dulces, tartas, bizcochos o yogures azucarados.
8. Refrescos con gas y azucarados
Son una auténtica bomba de azúcar. En lugar de ellos, es mejor optar por tés, zumos o batidos de frutas naturales, igual de refrescantes y mucho más beneficiosos para tu salud.
Fuente: PlayGround
Periodista especializada en decoración. Interesada por todo lo que tiene que ver con el interiorismo y el mundo deco.