Hoy en día tenemos prácticamente un supermercado en cada esquina y eso nos facilita mucho la vida. Cada vez tenemos menos tiempo que dedicarle a la cocina y encontrar productos preparados en el mercado nos soluciona muchas complicaciones. Eso sí, ¿alguna vez te has detenido a leer la información nutricional de todo lo que consumes?
Aunque puede resultar descorazonador, informarnos bien de lo que consumimos puede cambiar nuestra forma de ver la comida preparada, al menos de la inmensa mayoría. Tanto es así que en los últimos días ha habido un movimiento en Internet que promocionaba el hashtag «#etiquetareal», denunciando la escasa información que tenemos sobre los productos que consumimos.
Pues bien, en esta línea, se han creado una serie de montajes de algunos paquetes de comida cambiando el nombre original por lo que en realidad debería poner si fuese fiel a su contenido. Aunque puede resultar hasta gracioso, lo cierto es que es una situación preocupante, ¿no creéis?
¿Crema de champiñones? En realidad es: Crema de harina, almidón, glutamato, fécula de patata y sal y un 1,2% de champiñones
¿Paté sólo de atún? En realidad es: Paté con un 41% de atún natural, más fécula de patata, aceite de girasol, leche en polvo y sal
¿Leche de avena? En realidad es: Leche con un 0,1% de avena
¿Leche de almendras? En realidad es: Agua con azúcar y un 4% de almendras
¿Pan de quinoa? En realidad es: Pan con un 0,9% de quinoa
¿Zumo de alcachofa? En realidad es: Casi todo manzana, algo de pera, uva, un 1% de limón y un 0,2% de alcachofa y espinacas
¿Crema de cacao y avellana? En realidad es: 6% de cacao, 7% de avellana y 28% de azúcar, entre otros
¿Crema de bogavante? En realidad es: Crema de almidón con un toque de harina y grasa de palma y un 0,5 de bogavante
Fuente: magnet.xataka
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.