Da igual que seas de China, de Australia, de España o México, puedes recibir instantáneamente cualquier noticia de cualquier procedencia. A nosotros eso nos encanta, porque así hemos conocido las historias más inverosímiles, como la que hoy os traemos.
Un turista que había estado en una granja de Islandia quiso enviarle una carta a una familia local. Sin embargo, no se sabía la dirección, algo que entorpecía gravemente el plan, ¿o no?
El hombre, lejos de rendirse, decidió poner en la carta todos los datos que tenía sobre la familia. Y como tenía mucha memoria visual, dibujó un mapa indicando dónde estaba la granja de esta familia.
En el sobre, además del mapa, puso:
– País: Islandia
– Ciudad: Búðardalur
– Nombre y dirección del destinatario: ¡Granja de caballos de un matrimonio islandés/danés que tiene tres hijos y muchas ovejas!
Para asegurarse de que supieran de quién estaban hablando, añadió: «La danesa trabaja en una tienda de Búðardalur«.
Lo más impactante de la historia es que la carta llegó a manos de sus destinatarios. En parte, por las buenas indicaciones del remitente, pero también por el buen hacer de los carteros y por lo pequeño que es el pueblo:
Esta historia no podía tener otro final, así que la familia Ostenfeld envió otra carta al turista ruso con la dirección precisa en la que viven -para que la próxima vez le fuera más sencillo escribir- y añadió algunos detalles en la carta:
Fuente: genial.guru
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