No solo en Italia, sino en ciudades de todo el mundo, ocurre el llamado síndrome Venecia. Bajo este nombre se conoce al efecto que provoca el turismo masivo tal y como lo hizo en la ciudad italiana de los canales.
Muchas de las ciudades más visitadas del mundo, Berlín, Barcelona, Nueva York o Ámsterdam, por ejemplo, combaten diariamente el efecto y los problemas de la afluencia de turismo. Sin embargo, Italia ha decidido solucionar el problema de otro modo y se ha puesto a regalar castillos.
Son castillos abandonados, pero la realidad es que el Gobierno italiano está regalando 103 edificios históricos con una sola condición: quien se los quede deberá convertirlos en templos del slow tourism o turismo sostenible.
Esta forma de viajar pertenece al movimiento slow y es muy diferente del turismo que conocemos. Este nuevo turismo pretende integrar al viajero en el lugar de destino y hacerle disfrutar de la experiencia como un local más, en lugar de como un turista.
El proyecto viene dado por la Agencia de la Propiedad del Estado y el Ministerio de Cultura como parte del Plan Estratégico de Turismo de Italia. El objetivo es rebajar la afluencia de turistas en las principales ciudades del país.
Pero también es una forma de dar uso a estos lugares abandonados y de ofrecer una alternativo a jóvenes emprendedores. Por eso, si su sueño siempre ha sido tener un castillo, desde luego este es tu momento.
Fuente: Play Ground
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