Alejandro Aravena es el vivo ejemplo de ello. Este arquitecto chileno, que ganó el premio más importante del mundo de arquitectura, el Pritzker, en 2016, ha pensado en el concepto tan esencial de la «necesidad de viviendas para todos». ¿A qué nos referimos exactamente?
Este arquitecto de 49 años sabe muy bien lo que es criarse en un entorno humilde y con escasos recursos económicos. Por ello, ha cedido de forma totalmente desinteresada todos sus planos para que los más necesitados puedan ver reconocido su derecho de tener también una vivienda digna.
A Alejandro la fama no se le ha subido a la cabeza, tal y como se suele decir, sino todo lo contrario, ha querido aprovechar ese reconocimiento para servir de ejemplo a muchos otros que no piensan en las verdaderas necesidades de las personas. Sin duda, un gran ejemplo a seguir por muchos.
Fuente: GoFundMe
Periodista especializada en decoración. Interesada por todo lo que tiene que ver con el interiorismo y el mundo deco.