El mundo se transforma constantemente gracias a todos los descubrimientos y avances que se dan cada día. Avances científicos, médicos y tecnológicos hacen que cada día podamos vivir mejor.
Sin embargo, parece que gran parte de la tecnología y de las grandes industrias han llegado junto con un desastre para nuestro planeta: la contaminación. Son muchos los factores que están afectando al calentamiento global, pero la mayoría de cosas que utilizamos en nuestro día a día contribuyen a ello especialmente.
Por este motivo y por la revolución tecnológica que significa, el Solar Impulse 2 está saliendo en todos los medios de comunicación. Se trata del primer vuelo alrededor del mundo que se ha realizado únicamente con energía solar, sin gastar ni una sola gota de combustible. Esta hazaña, que ha durado 23 días de vuelo recorriendo 43.041 kilómetros, ha significado un hecho histórico, algo que podría ser el inicio de un cambio a un medio de transporte seguro y sostenible.
El Solar Impulse 2 ha sido pilotado por Bertrand Piccard y André Borschber. Comenzó su aventura el 9 de marzo de 2015, y lo cierto es que no ha sido una travesía fácil, ya que tuvieron que hacer frente a algunos retrasos producidos por las condiciones meteorológicas y también por un daño en las baterías sufrido durante la travesía de Japón a Hawai.
Hablamos de un avión monoplaza de fibra de carbono que tiene una envergadura de 72 metros y un peso de 2.300 kilogramos (similar al peso de un coche familiar vacío). En las alas tiene 17.248 células solares, la energía que reciben se almacena en cuatro baterías que alimentan a los cuatro motores eléctricos. De este modo, el avión es capaz de almacenar suficiente energía por el día y volar durante toda la noche. Técnicamente, el Solar Impulse 2 tiene autonomía ilimitada, podría volar para siempre y sólo dependería de la sostenibilidad del piloto.
Un total de 19 marcas mundiales han participado en el patrocinio de esta hazaña, sobre todo cuando uno de los pilotos, André Borschberg, consiguió ser el primer en volar cinco días y noches consecutivas por el Océano Pacífico, desde Japón hasta Hawai. Siendo esta la duración más larga de un vuelo en solitario jamás realizado.
El avión tiene una velocidad media de 45 km/h y actualmente ha completado más de 500 horas de vuelo. Durante toda la travesía al rededor del mundo, hizo paradas en Omán, India, Myanmar, China, Japón, Estados Unidos, España, Italia, Egipto, y los Emiratos Árabes.
Los pilotos han tenido que seguir una estricta rutina de sueño, durmiendo un máximo de 20 minutos seguidos, pero repitiendo esa siesta 12 veces a lo largo de un día, cada 24 horas. En la cabina no puedes ponerte de pie, no hay espacio suficiente, pero los pilotos pueden reclinar totalmente el asiento y acceder a un inodoro. Como medidas de seguridad, las gafas usadas por los pilotos destellaban luz para despertarle al cabo de los 20 minutos y un brazalete vibraba intensamente si el avión no se encontraba en el nivel correcto de vuelo.
Ambos pilotos tienen una amplia trayectoria tras de sí. Piccard, que además es psiquiatra, en 1999 se convirtió en la primera persona en circunnavegar la Tierra sin escalas en un globo de aire caliente. Por su parte, Borschberg, un ingeniero que tiene su propia empresa, inició este proyecto de Solar Impulse junto con Piccard en 2003.
Ojalá se convierta en el primero de muchos, y que se investigue sobre esta forma de vuelo que tanto podría ayudar a nuestro planeta.
Fuente de las imágenes: Solar Impulse
Fuente: twistedsifter
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