Lo que muchas veces no pensamos es que ya en la edad adulta no nos importaría seguir viviendo allí, porque, como ya os hemos enseñado en alguna que otra ocasión, las casas pequeñas no son sinónimo de poco confortables, un espacio pequeño puede tener todo lo que necesitamos y además un diseño y estructura genial.
Hoy os vamos a enseñar una casa de árbol en la que no me importaría vivir para siempre, se encuentra situada en el Bosque Nacional de Green Mountain en Lincoln, Vermont. ¿Vosotros vivirías en un sitio como este?
Esta pequeña casa combina el confort con la aventura, ya que se encuentra entre cuatro árboles a 9 metros de altura.
Una rampa te da acceso a la vivienda en una zona tranquila y apartada dentro del bosque.
A pesar de estar en un árbol, la casa cuenta con electricidad y calefacción.
La planta principal cuenta con una pequeña nevera, una zona de estar, una cama individual y el tronco de un árbol.
Os podéis imaginar que las vistas son espectaculares.
Para acceder al segundo piso, sólo tendrás que subir por la escalera que está incrustada en la pared.
En la parte alta hay una cama de matrimonio perfecta para dos personas.
Por desgracia la casa del árbol no tiene espacio suficiente para tener un cuarto de baño, sin embargo dispones de uno privado en la casa principal, que tan sólo está a 20 metros.
Una de las mejores características que tiene la casita es su porche con unas vistas impresionantes.
Sentado desde una cómoda butaca puedes disfrutar del monte casi a tus pies.
Es cierto que esta casa requiere inquilinos con espíritu aventurero, pero también sirve para personas que quieran desconectar del todo.
Lo que sí es seguro, es que en ella despertarás al niño que tenemos en el interior.
Fuente: littlethings
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.