Nacido en Liverpool y especializado en fotografía, trabajó muchos años para grandes compañías publicitarias, muchas de gran prestigio, pero Carl sentía un pequeño vacío profesional por falta de creatividad. Nos cuenta que, un día, caminando por un mercado, se encontró con unos hongos portobello muy parecidos a unos árboles, así que no se lo pensó dos veces antes de llevárselos al estudio junto con un poco de arroz y frijoles, y así creó su primer paisaje hecho con comida.
Con esta primera fotografía se dió cuenta de que había descubierto algo asombroso a lo que podía sacarle mucho partido, y así fue. Ahora mismo Carl Warner tiene su propia empresa que se dedica única y exclusivamente a fotografiar paisajes hechos con comida.
Rápidamente, muchas compañías comenzaron a interesarse por esta obra, y muchas de las fotografías hechas por Warner están patrocinadas por empresas como Uncle Ben’s Rice, Whiskas o Wheat Thins.
Según el artista, ha dado con la combinación perfecta que le completa profesionalmente, ya que a él siempre le ha gustado la disciplina del trabajo en un estudio, aunque la espontaneidad de trabajar al aire libre sobre paisajes también le gusta mucho. Actualmente, puede combinar la precisión de la luz de estudio, con la imaginación de crear paisajes perfectos.
Ha tenido que recibir alguna que otra queja porque muchas personas piensas que más allá del valor artístico, para cada fotografía se desperdicia mucha cantidad de comida. Sin embargo Carl ha aclarado que toda la comida utilizada se aprovecha entre los miembros del equipo y muchas veces se dona a personas sin hogar.
Este proyecto sigue hacia adelante, Warner cada vez tiene más repercusión internacional y la verdad, no es para menos. Él ha afirmado en más de una entrevista estar muy satisfecho con el trabajo, entre otras cosas porque puede hacer mucho con muy poco y la creatividad está latente en cada ingrediente.
Fuente: CarlWarner
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.