Espectacular capilla con forma de lazo, unión entre tradición, romanticismo y modernidad

Elegir el tipo de boda que quieres celebrar es uno de las decisiones más importantes y difíciles cuando te lanzas a dar el sí quiero. Hay ceremonias religiosas y civiles, bodas íntimas o por todo lo alto, fiestas en grandes complejos o celebraciones en entornos naturales… En  fin, opciones para todos los gustos y bolsillos.

Lo que sí es cada vez más habitual es que las parejas busquen algo que distinga su boda de las ceremonias más tradicionales. Las parejas quieren conseguir que ni ellos ni sus invitados olviden nunca ese día y, para ello, se intenta encontrar un punto justo entre tradición y romanticismo y originalidad.

Las parejas japonesas lo tienen más fácil desde el año 2013 cuando la firma de arquitectos Hiroshi Nakamura finalizó la creación de uno de sus proyectos más bellos: la Capilla con forma de lazo (Ribbon Chapel), un hermoso y original edificio que te dejará sin palabras.

Ubicado en Onomichi, el edificio tiene una superficie total de 80 m² y está formado por dos escaleras que ascienden en espiral para encontrarse en el punto mas alto.

Los terrenos donde se encuentra la capilla pertenecen a un espectacular hotel que tiene vistas al Mar Interior de Japón. Sin embargo, la zona donde se proyectó levantar la Ribbon Chapel deja al edificio rodeado de árboles de 10 metros de altura, lo que tapa las vistas al mar y a las islas del archipiélago. Por esta razón, se optó aprovechar la necesidad de un techo alto para la capilla para crear, en el exterior, las escaleras que ascienden hasta 135 metros de altura.

La idea es que tras la ceremonia, los novios asciendan cada uno por una escalera y se encuentren en el punto más alto para abrazarse y recibir las felicitaciones de los invitados -que les observan desde los jardines- mientras contemplan las hermosas vistas del mar y los árboles.

En definitiva, una hermosa forma de poner el diseño y la arquitectura al servicio de una celebración tan especial, para ofrecer a la pareja y a los asistentes momentos inolvidables en un entorno de ensueño.

Vía ArchDaily