Transforman un antiguo monasterio en un espectacular hotel 🏰

¿Qué te parecería alojarte en tus próximas vacaciones en un monasterio hotel?

El monasterio de Abbaye de Fontevraud, en Anjou, ha tenido una historia llena de giros inesperados. Durante mucho tiempo fue usado como monasterio, donde los monjes hacían su vida retirada y tranquila. Pero más tarde, fue transformado en una prisión, y este uso de estancia de reclusos se extendió hasta 1980. Fue este año cuando el edificio fue reformado para una nueva función muy diferente: se transformó en un hotel y restaurante, función que ha mantenido hasta nuestros días.

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Una arquitectura fabulosa

El monasterio hotel de 4 estrellas, tiene una arquitectura memorable. Basta con verlo a distancia para saber que no es un hotel habitual. Sus antiguos y enormes muros exteriores llenos de historia, y su recepción con los impresionantes techos abovedados nos trasladan de inmediato hasta la lejana época medieval.

Los arquitectos encargados de la reforma, Patrick Jouin y Sanjit Manku de Jouin Manku , se afanaron en respetar todo lo posible la arquitectura original del edificio. El mobiliario y la distribución, encajan a la perfección con la austeridad del monasterio. De esta manera se consigue una perfecta armonía entre la época actual y la pasada.

En el monasterio hotel se mantuvieron las paredes de ladrillo, las espectaculares escaleras y adaptaron la paleta de colores a la historia del edificio a lo largo de los años.

Los muebles grises complementan los colores de los muros, y los detalles marrones tienen reminiscencias de las túnicas de los monjes.

Lo moderno y lo antiguo

El diseño moderno y contemporáneo es obvio, pero de manera sutil para no contradecir las características del edificio. Accesorios de madera e iluminación de cobre con diseños geométricos se complementan con los imponentes arcos y columnas del monasterio.

Aunque no se renuncia al diseño, si se ha huido de artificios estéticos innecesarios. Por ejemplo, el espacio del comedor del monasterio hotel es extremadamente sencillo, con una gran mesa rectangular y asientos laterales. Las velas y la decoración de la pared dan a la estancia una atmósfera cálida y acogedora.

El monasterio hotel dispone de 52 habitaciones disponibles que conjugan la austeridad y la elegancia que es norma en todo el edificio. Se han combinando muebles modernos con detalles antiguos como lámparas colgantes, convirtiéndose en pequeñas cápsulas atemporales entre la época medieval y la actual.