Se gastó 5 dólares en un mueble viejo y lo transformó en algo impresionante

Me encantan los proyectos de reciclaje, sobre todo cuando alguien es capaz de convertir la basura de un vecino en un objeto único y maravilloso. Como Larissa, una conocida blogera y aficionada a la restauración de muebles, que encontró una vieja cómoda de estilo art déco en el garaje de un vecino.

Larissa compró el mueble por 5$, convencida del potencial que ese objeto guardaba. Tras duras horas de trabajo y unas manos de pintura, el resultado es impresionante.

Esta es la maltrecha cómoda que Larissa compró en un mercadillo vecinal por 5 $.

Estaba claro que el mueble había conocido días mejores, pero actualmente la madera se encontraba agrietada.

Dejando una toalla mojada sobre la madera durante toda una noche, Larissa fue capaz de retirar el contrachapado fácilmente.

Con la madera desnuda y un buen lijado, los cajones quedaron listos para pintar.

Con ayuda de un destornillador, retiró la franja decorativa, reservándola para reutilizarla en otro proyecto más adelante.

Tras una capa de imprimación, Larissa pintó de color blanco tiza el mueble.

Utilizando unas plantillas de cartón, fue dando forma a su dibujo.

Tras perfilar los contornos, Larisa pintó toda la superfie.

Colocó los tiradores.

Y la pieza estrella: una insignia de metal que compró en eBay.

Este es el resultado de su trabajo y talento. Una preciosa cómoda para una habitación infantil con forma de furgoneta clásica de Volkswagen.

Los limpiaparabrisas están realizados a partir de los tiradores de los cajones.

Mientras que en la parte superior e inferior se disimulan con los colores de la franja donde están colocados.

Un trabajo magnífico, único y muy original.

Es difícil creer que se trata del mismo mueble viejo y maltrecho que compró por 5 $. Hay que ver lo que puede llegar a lograr una mente creativa.

Larissa planea subastar este fantástico mueble para destinar las ganancias a proyectos de ayuda internacional. Más información aquí.

Fuente: littlethings.com
Este artículo ha sido publicado en LaVozdelMuro