Una de las polémicas más sonadas de esta industria en concreto es el uso del cuero animal para la producción de prendas de ropa y otros elementos. Muchas asociaciones defensoras de los animales se han involucrado en campañas de concienciación para suprimir el uso de este material. Sin embargo, por la calidad del producto y sus ventajas económicas, el cuero animal sigue estando muy presente en el mercado.
Quizás a partir de hoy esta situación empiece a cambiar, por un nuevo producto llamado «piñatex«. Se trata de un producto innovador que proviene de las fibras de la hoja de la piña, produciéndose durante su cosecha. Para conseguirlo, las hojas se cortan en capas y se procesan como si de un textil se tratase, consiguiente rollos de hasta 218x150cm. Durante este proceso, se crea un deshecho que puede utilizarse para la fabricación de biomasa, lo cual se utiliza como fertilizante en las plantaciones y abarata el coste de producción de los agricultores.
La inventora de este producto y su máxima impulsora es Carmen Hijosa, una mujer que había trabajado en la industria de cuero en Filipinas. Se le ocurrió la idea al fijarse en que la población local se vestía con hojas de piña trenzadas, así que investigó sobre su tratamiento y descubrió este gran avance.
Además de ser mucho más ecológico, se trata de un tejido mucho más barato que el de animal, por lo que resulta atractivo para las grandes industrias del textil.
Una de las cualidades más sorprendentes del piñatex, es que entre sus múltiples posibles acabados se encuentra una muy similar al cuero animal. No sólo por apariencia, también en cuanto al tacto y resistencia. Además, este tejido acepta cualquier tinte mucho mejor que la piel animal, por lo que las posibilidades que tiene son infinitas.
El proyecto se sigue desarrollando en el College of Art de Londres, y varias marcas de prestigio ya se han interesado en él como Puma y Camper, que ya lo han utilizado en alguno de sus productos. Asientos de coches, bolsos, zapatillas, carteras, etc. de piñatex son algunos de los productos que ya se están comercializando.
Por otra parte, aunque se sigue investigando en ello, la industria médica puede verse beneficiada con este producto ya que se considera un componente ideal para vendajes por sus propiedades antibacterianas.
Como veis, piñatex más que un proyecto es una realidad. Lo que aún no conocemos es hasta dónde podrá llegar, pero desde aquí felicitamos a su principal impulsora Carmen Hijosa, por revolucionar el mundo textil e inclinarlo hacia la ecología.
Fuente: Ecoinventos, LaVozdelMuro
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