Halloween: cómo decorar nuestro jardín para que sea el más terrorífico del vecindario

La celebración de Halloween es una de las más famosas en todo el planeta. Conocidas también como “Noche de brujas”, se festeja cada año el 31 de octubre, en coincidencia con nuestra más tradicional víspera de la festividad de Todos los Santos del día 1 de Noviembre.

El origen de Halloween es pagano y, por lo tanto, no tiene relación alguna con la religión. Sus raíces nacen en un antiguo festival celta que coincidía con el solsticio de otoño, el que marca el final de la estación del verano. Se celebraba para cerrar la temporada de cosechas en Irlanda. Durante esa noche, la gente creía que los espíritus caminaban entre los vivos. Por eso, se realizaban distintos ritos sagrados para intentar lograr comunicarse con los difuntos.

Con el paso del tiempo, la fiesta evolucionó y se transformó. En Estados Unidos es un festejo sumamente popular. El avance de la cultura norteamericana por todo el mundo hizo que, poco a poco, la gente de muchos otros países comenzara a festejarla. Sin embargo, lo cierto es que no en todos los lugares del planeta se celebra Halloween.

Tenemos que dar miedo

Para muchos, esta celebración significa disfrazarse y crear un ambiente de terror. También, acompañar a nuestros hijos a tocar las puertas de las casas vecinas en busca del “dulce o truco”. Y luego de ese paseo con los más chicos, regresar al hogar para disfrutar de una buena fiesta temática. Para que nuestros invitados realmente sientan que están viviendo la noche más terrorífica del año, aquí te presentamos algunos trucos para que apenas pongan un pie en tu jardín, experimenten la sensación de estar viviendo una verdadera noche de brujas.

Murciélagos

Hay muchas formas sencillas y baratas para crear un verdadero ambiente de terror. Una opción muy simple es recortar figuras con forma de murciélagos en cartulinas de color negro.

Podrás hacer la cantidad de murciélagos que necesites para colocar dos o tres en cada árbol, arbusto, planta o elemento que tengas en tu jardín. Será la primera señal para tus invitados de que están ingresando a una zona de terror.

Tela de araña

Otra clave es imaginar que la casa a la que están por entrar está abandonada o hace mucho que nadie se encarga de realizar una limpieza a fondo. Para eso, podemos simular que los objetos de nuestro jardín están recubiertos de telas de araña, que podremos “fabricar” con diferentes hilos o cintas de color blanco que colocaremos por todos lados.

Esqueletos

Esta opción nos hará sentir que ya somos capaces de ser productores de una película de Hollywood. Podemos conseguir algunos esqueletos en la tienda de disfraces más cercana a nuestra casa. La zona del techo más cercana a la puerta de entrada será el lugar ideal para ubicar a estos “restos de personas muertas”, así cuando nuestros invitados se acerquen a tocar el timbre se sentirán vigilados por espíritus cuyos cuerpo fallecieron hace siglos pero que se quedaron rondando entre nosotros.

Calabazas

Imposible que entre nuestros objetos decorativos no hayan calabazas. Esta verdura es el símbolo universal de la festividad de Halloween. Podemos conseguir mucho objetos de gomaespuma con forma de calabaza, que pueden ir desde las tradicionales calabazas con terroríficas sonrisas sin dientes y ojos deformados. Pero también existen otros con formas de animales, como esta espeluznante hormiga gigante que te mostramos y podrías colocarla en diferentes lugares del suelo de tu jardín, para que tus invitados se asusten ante cada paso que den para acercarse a tu puerta.

Carteles indicadores

Es muy probable que a tu fiesta lleguen invitados que nunca antes hayas recibido en tu casa. Nuevos compañeros de trabajo, amigos de tus invitados que también quieren participar de tu fiesta, y hasta vecinos recién llegados al vecindario. Por eso, nunca está de más que en tu jardín coloques algunos carteles indicadores para que sepan por que lugar dirigirse hasta el interior de tu casa

Con muy poco trabajo se pueden hacer postes muy originales, con un puñado de cartulinas y la idea clara en la mente. Además, si no los haces demasiado grandes, los puedes colocar exactamente al lado de la puerta, sin que ocupen demasiado espacio.

La gracia de estos carteles es que, entre sus indicaciones, escribas algunos destinos terroríficos como “infierno”, “muerte”, o cosas por el estilo que se te puedan ocurrir: si no invitas a tu jefe, podrás escribir su nombre también…

Felpudos sangrientos

Un clásico es decorar al felpudo de tu puerta de entrada con unas falsas piernas, o colocando los muñecos viejos de tus niños, quitándoles piernas, brazos o cabezas para dar una sensación de miedo a quien se anime a tocar a la puerta luego de atravesar el jardín más terrorífico del vecindario.

La puerta, el susto final

Una vez que los invitados hayan cruzado y superado los miedos que pusiste en todo su camino, el toque final lo debe dar tu puerta.

No podemos recibirlos con una simple puerta pintada de un color, sino que tenemos que dar el golpe de gracia a sus nervios.

Para que tengan ganas de huir despavoridos, o al menos dejarles un buen recuerdo en sus mentes, tendremos que decorar con estilo Halloween a nuestra las puertas. Es muy fácil. En cualquier tienda de disfraces se pueden encontrar pegatinas y decoraciones aptas para puertas. Son  muy fáciles de colocar y cuestan muy pocos euros. Si además se quiere añadir algún mensaje con un poco de cuerda, cartulina y pintura, el susto perfecto quedará enmarcado en tu entrada. Los invitados no podrán esperar a entrar a tu casa para dejar atrás al jardín más terrorífico que hayan atravesado en sus vidas.