Con ingenio y un poco de creatividad podemos adaptar cualquier espacio, por muy pequeño que sea, en la casa que siempre hemos soñado. Y ahora, que muchas veces tenemos que renunciar a espacios amplios, no está de más curtirnos de ideas nuevas y frescas que nos hagan comprender todas las posibilidades que tenemos, incluso en 22 metros cuadrados.
Hoy vamos a conocer de cerca un estudio llamado Little Design situado en Taipéi, Taiwan. Este estudio de tan sólo 22 metros cuadrados se ha convertido en toda una lección de arquitectura y diseño de la cual podemos sacar muchas ideas de cómo distribuir un espacio pequeño.
Una de las cosas más importantes, la altura
Para conseguir una casa acogedora no sólo es necesario distribuir bien cada espacio, sino también encontrar sitios de almacenaje suficientes. Para ambas cosas, la altura será nuestra mejor arma, aprovechando el espacio no sólo a lo largo y a lo ancho, también a lo alto.
En esta casa lo han conseguido, utilizando los 3,3 metros de una de las paredes con un armario y estantería perfecto para almacenar todo tipo de cosas. El espacio se aprovecha desde el suelo hasta el techo, y para poder acceder a él, una escalera. Por otra parte, también en las alturas, la habitación, como si tuviéramos una casa de dos plantas.
Espacios funcionales
Los arquitectos se encontraron con 22 metros cuadrados de espacio abierto pero que, antes del nuevo diseño, estaban muy mal aprovechados. La casa ahora pertenece a una chica que viaja mucho y que cuando llega a la casa sólo quiere descansar, leer y desconectar. Por lo que optaron por hacer una casa a medida de las necesidades de la clienta.
Ampliando espacios
Con esta distribución se ha conseguido, incluso, tener un salón amplio. La premisa es liberar los espacios, hacerlos funcionales y diáfanos. El uso del color blanco es primordial para conseguir este efecto amplio, lo que en este caso se combina con elementos de madera creando un contraste muy acogedor y atemporal.
Una habitación en las alturas
Como dijimos, la altura se ha aprovechado para ubicar la habitación, una habitación desde la que se controla todo el espacio pero que aún así cuenta con intimidad. Eso sí, es un espacio que te impide estar de pie, o agachados o tumbados, pero poco más.
Habitación con dos espacios
No es un espacio muy alto, pero es perfecto para estar sentados, así que en la otra parte de la habitación han instalado una pequeña zona de trabajo bien iluminada.
Sobre todo, acogedor
Como hemos dicho, el salón es el centro de la casa y aprovecha al máximo el ventanal que tiene junto con un banco donde poder descansar. A los lados, estanterías donde poder poner cosas y bajo el banco, cajones, ¡muy funcional!
Se ajusta a las necesidades
La pared opuesta al armario que mencionábamos al principio está ocupada por una mesa que funciona como tal o como barra anclada a la pared. En realidad se trata de dos mesas de acero que no entorpecen el paso y que se aprovecha como mesa más amplia siempre que queramos.
Sin olvidarnos de la cocina
Pasamos de un suelo de madera a uno de gres porcelnico que separa de por sí los espacios. La cocina, que se encuentra bajo la habitación, combina los colores blanco y madera estupendamente, como en el resto de la casa. Se trata de una cocina pequeña y lineal pero funcional como el resto de espacios. Las paredes alicatadas en blanco hacen que pasen desapercibidas y se consiga un efecto más amplio.
Comodidad hasta en el baño
Seguro que lo último que pensabas encontrar en un piso así era una bañera, pero en este piso lo han conseguido. Se encuentra también bajo el dormitorio y han aprovechado muy bien la luz natural utilizando espejos para ampliar visualmente el espacio.
Fuente: proyectos.habitissimo
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.