Seguro que alguna vez habéis tenido que cambiar de cuchillo mientras cocinábais porque no cortaba bien. Pues bien, Zilber ha pensado en nosotros enseñándonos un práctico truco para tener nuestros cuchillos bien afilados siempre. En caso de no tener una herramienta adecuada, una taza o un plato nos puede valer. Parece increíble, pero él nos lo demuestra cortando un tomate antes y después de afilar el cuchillo. ¡Verás qué diferencia!
Estupendo truco que seguro que a más de uno le va a servir. Comprobad cómo lo hace.
¿Cómo afilar cuchillos con una piedra?
Afilar los cuchillos con una piedra es una de las técnicas más antiguas utilizadas en la actualidad. Y, es que para realizarla no necesitarás tener grandes conocimientos ni demasiadas herramientas. Lo único que necesitaremos será la piedra de afilar, y algo de paciencia.
En primer lugar, deberás sumergir dicho elemento en agua durante 3 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo procederás a alinear el cuchillo con la piedra, para ello tendrás que poner el filo apuntando hacia ti con un angulo de 20 – 25 grados. En ningún caso sostengas el cuchillos por el filo, ya que correrás riesgo de cortarte. A continuación, deberás realizar movimientos de arriba hacia abajo. En cuanto tengas una parte afilada, deberás realizar el mismo proceso con la otra.
En definitiva, afilar los cuchillos con una piedra es la forma más sencilla para mantenerlos perfectos.
Máquinas para afilar cuchillos
Actualmente, existen diversas máquinas para afilar cuchillos, las cuales facilitan en gran medida el trabajo que conlleva realizarlo a mano. El único inconveniente es que para este método necesitarás invertir dinero en dicha máquina, aunque a la larga conseguirás ahorrar en tiempo gracias a ella.
Antes de empezar el afilado deberás ponerte unos guantes y unas gafas de protección. Una vez tengamos esto, tendremos que encender la máquina y colocar el cuchillo de tal forma que el filo no te esté apuntando. Acto seguido, deberás realizar un movimiento en diagonal para que se afile tanto el comienzo del cuchillo como el final. Este proceso deberá realizarse por ambas caras para que quede perfectamente afilado.
En definitiva, estas son las dos opciones más comunes para afilar cuchillos sin ser un profesional en la materia. A pesar de ello, si no te sientes capacitado para llevar a cabo esta función siempre podrás encontrar un artesano que realice este trabajo en tu ciudad.