Como con cualquier otro alimento, nos preocupamos por elegir la mejor materia prima posible. Si tenemos oportunidad, comprar la verdura en un mercado de agricultores nos asegura una mayor calidad y sabor del producto. Eso sí, para mantener el sabor de las verduras no sólo basta con comprarlas en el lugar adecuado, lo cierto es que está en nuestra mano que tras su elaboración las verduras mantengan su sabor y propiedades.
Aunque no somos conscientes, hay muchos errores que solemos cometer a la hora de preparar nuestras verduras favoritas. Errores que hacen que nuestros alimentos pierdan calidad y sabor. Por nuestra parte, te detallamos los 7 errores más comunes que prácticamente todo el mundo comete y que a partir de ahora podrás evitar. ¡Comenzamos!
1. Lavar las verduras demasiado pronto
Lavar las verduras antes de consumirlas es fundamental, pero también lo es saber cuándo tenemos que hacerlo.
Si tienes la costumbre de lavar la verdura según la compras, para después almacenarla, quizás prefieras dejar de hacerlo. Lo ideal es lavar la verdura justo antes de consumirla o cocinarla. De lo contrario, propiciamos que la verdura se deteriore con mayor facilidad.
2. Cortamos la verdura con anterioridad
Igual que lavar la verdura demasiado pronto, cortarla y esperar para consumirla o cocinarla puede dañar su calidad. En este caso, al almacenar la verdura cortada, el sabor y las propiedades del alimento pueden modificarse, y no a mejor.
Lo ideal es cortar las verduras en el momento en el que las vayamos a utilizar, y si no podemos hacerlo así, conservarlas de la mejor manera posible. Aquí te damos 28 trucos para mantenerlos frescos por más tiempo.
3. También compramos la verdura demasiado pronto
La verdura tiene, como cualquier alimento, una vida útil. Muchas veces pretendemos que la verdura se adapte a nuestros horarios, y que se mantenga fresca por mucho más tiempo del que es posible. Es importante que encontremos tiempo para comprar las verduras con cierta periodicidad, planificando nuestras comidas y nuestros hábitos de compra podemos llegar a un equilibrio saludable y cómodo.
4. Dejamos que las verduras se oxiden
En relación al punto número dos, una de las consecuencias que tiene cortar la verdura muy pronto es que algunas se oxidan con el aire, cambiando de color y perdiendo propiedades que nos interesa consumir. Verduras como la berenjena o las patatas, es mejor que las dejemos en remojo con limón y agua, así evitamos la oxidación y mantenemos la verdura con sus propiedades hasta que las cocinemos.
5. Desechamos las partes que más nutrientes tienen
Tenemos la costumbre de pelar todas las verduras antes de consumirlas, pero lo cierto es que la piel de muchas tienen grandes propiedades de las que nos podemos beneficiar.
La cáscara de pepino y de la patata tiene mucha fibra, y la piel de la berenjena es un gran antioxidante. Es fundamental que las lavemos bien, y siempre y cuando la receta nos lo permita, comer estas y otras verduras con piel.
6. Lavamos la verdura de forma incorrecta
Es importante quitarle toda la arenilla a las verduras de hoja, y para ello no basta con meterlas en un recipiente con agua y agitar un poco. Generalmente enjuagamos las hojas y después vertemos el agua, sin embargo no nos damos cuenta que al hacer ese gesto los restos del agua sucia se vuelven a quedar en las hojas. Lo ideal es enjuagarlas y sacar las hojas del agua antes de verterla.
A su vez, para otras verduras como las patatas, las zanahorias, etc., es conveniente utilizar un cepillo para verdura.
7. Utilizar las herramientas equivocadas
Cuando cortamos la verdura lo solemos hacer sobre una tabla, ¿pero sólo tienes una tabla? Las bacterias de diferentes alimentos se pueden propagar a otros si utilizamos la misma tabla y no la desinfectamos antes. Además, el sabor de las verduras podría verse alterado por otros alimentos que hayamos cortado con anterioridad. Lo ideal sería, por ejemplo, tener una tabla para la carne y otra para la verdura.
Fuente: Mashed
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