Hay quien tiene suerte y una piscina privada para su uso y disfrute, otros, sin embargo, tienen una piscina comunitaria en su bloque de pisos. En mi caso no tengo ni lo uno ni lo otro y, por si fuera poco, vivo alejado de cualquier zona costera o río. Si quiero bañarme al aire libre solo tengo 3 opciones, meterme en una fuente de mi ciudad -algo que creo que es ilegal- remojarme con una manguera en la puerta de mi casa o esperar a que algún amigo generoso me invite a su piscina.
Sea cual fuere vuestro caso -espero que más afortunado que el mío- estoy casi seguro de que la mayoría de vosotros, queridos lectores, no habéis tenido la suerte de bañaros en unas piscinas como las que os voy a mostrar a continuación.
La piscina en la azotea de la Casa de las Medusas.
La casa de las medusas se encuentra en Marbella, España. Ha sido diseñada por el estudio de arquitectura Weil Arets Archives.
Los propietarios de la vivienda querían tener un salón con vistas al mar, pero, debido a las colinas circundantes del lugar en el que está situada, no podía ser. Por este motivo la solución fue colocar la piscina en la azotea.
Piscina infinita en la casa Mirage.
Hay una tendencia bastante de moda últimamente entre la gente millonaria a hacerse piscinas con borde «infinito». Esto no es, ni más ni menos, que hacer la piscina de tal forma que uno de sus lados de la sensación de no acabar nunca gracias a un mezcla de perspectiva y eliminado el bordillo.
Esta piscina se encuentra en la azotea de la casa Mirage en la isla griega de Tinos. La casa entera ha sido diseñada por el estudio de diseño Atenas Kois Associated Architects y, como podéis apreciar, el paisaje que tiene alrededor no hace más que aumentar la sensación de infinidad buscada.
Piscina del Hotel InterContinental at Festival en Dubai.
Tal vez os recuerde bastante a la piscina que va a ser construida en un urbanización de Londres en 2017 y de la que ya os hablamos hace algunas semanas. La principal diferencia es que la piscina de Dubai ya existe y es notoriamente más pequeña que su hermana inglesa. Sin lugar a dudas, darse un baño en esta piscina es una clara muestra de valentía, aunque nos aseguran que no existe ningún riesgo.
La casa Hemeroscopium y su piscina voladora.
Hemeroscopium da la sensación de haber sido creada inspirándose en los pasos subterráneos de carretera. Su diseñador, Antón García-Abril utilizó vigas y vigas de hormigón para llevar a cabo esta construcción en tan solo 7 días.
La piscina, que sobresale de forma alargada de la planta, tiene también la función de estabilizar el centro de gravedad de todo el conjunto.
El balcon piscina de Las Lomas.
La casa de Las Lomas se encuentra situada en la conocida como Playa de las Lomas del Mar a 100 km al sur de Lima, Perú. La distribución de la construcción en 2 volúmenes fue pensada para aprovechar al máximo la vista de 180º de que disponía la ubicación.
Su piscina, como podemos apreciar en las fotos, es además un balcón que da al Océano Pacífico. Debe ser una delicia bañarse en una piscina así mientras puedes disfrutar del paisaje tan idílico.
Piscina One-of-a-Kind.
Esta extraña piscina ha sido diseñada por el estudio de arquitectura Andersón-Wise y se encuentra en Austin, Texas. La piscina se encuentra suspendida sobre un lago durante unos 6 metros. El frontal transparente y sus bordes dejan ver en todo momento a los nadadores que se encuentran en ella.
La piscina colgante del hotel The Joule.
La piscina ha sido diseñada por el estudio Archiveras y se encuentra situada en la azotea del hotel The Joule en Dallas. Su voladizo es de unos 2,5 metros y cuelga justo por encima de la calle principal de la ciudad.
La piscina de la casa Vale Do Lobo.
Esta maravillosa construcción se encuentra en un campo de golf de Algarve, Portugal. La vivienda tiene forma de U alrededor de un patio central y uno de esos extremos es el que da lugar a la piscina. Suspendida en el aire, esta pileta dispone de un borde infinito. Darse un pequeño baño en sus cristalinas aguas es todo un placer después de jugar unos cuantos hoyos.
La piscina del Hotel San Alfonso del Mar.
Si, es una piscina enorme, que digo enorme, inmensa. Con más de 1 Km de largo esta piscina ostenta el récord mundial de la piscina más grande del mundo. Es tal su inmensidad que hasta tiene pequeños veleros surcando sus aguas. La pileta alberga en su interior 250 millones de litros y su superficie total es de 8 hectáreas. Este hotel está situado frente a las costas del pacífico en Chile.
Si os estáis preguntando cuánto cloro necesitarán para mantener el agua tan cristalina os va a sorprender la respuesta. El sistema de purificación de sus aguas es único en el mundo y está patentado por la empresa chilena Crystal Dragons. Este método llamado oxigenación a presión recoge el agua del mar y la purifica utilizando unas 100 veces menos productos químicos que cualquier otro método.
Piscina de energía de oro.
Situada en la región de St. Regis Lhasa en el Tibet esta piscina es única en el mundo. Fabricada con todo tipo de joyas y piedras preciosas, sus aguas se encuentran a una temperatura constante que oscila entre los 28º y los 32º, siempre perfecta para disfrutar de un buen chapuzón.
La piscina roja del hotel The Library.
A primera vista puede que os de cierta sensación extraña una piscina con aguas rojas, pero no os dejéis engañar. El agua de esta piscina es totalmente transparente y cristalina, el color rojizo se debe al efecto óptico que provocan sus baldosines, de colores anaranjados y bermellón.
Su color contrasta con el blanco imperante de todo el hotel. Si quereis visitarlo, se encuentra en la paradisiaca isla de Ko Samui al sur de Tailandia
Piscina natural Laguna Giola.
No podíamos acabar este reportaje sin mencionar, al menos, una piscina natural. Esta maravilla acuática se encuentra cerca del pueblo de Astris en la isla griega de Thassos. Su agua se renueva cada día ya que al subir la marea inunda toda la piscina de manera que cada vez que vuelvas sus aguas no serán las mismas.
Hay muchos más modelos de piscinas de las que pensábamos. Parece que una piscina es un agujero en el suelo lleno de agua y ya está; pues nada más lejos de la realidad y a las pruebas me remito. ¿Habéis tenido la suerte de bañaros en alguna de ellas? Yo no, pero si entro en alguna no sé si alguien podría sacarme de ahí.
Fuentes: Cerebro digital, Trendenciaslifestyle, enlamaleta, Kuibole, oddee
Este artículo ha sido publicado en LaVozdelMuro