6 trucos para distribuir correctamente los muebles en casa

Uno de los factores claves para que nuestro hogar sea un lugar confortable para nosotros es la distribución de los muebles. No alcanza con tener los muebles que deseamos. Para poder disfrutarlos debemos ubicarlos de manera correcta. Sino, sentiremos que sillas, mesas, sillones, estantes, y demás, no ayudan a nuestro confort. Y en realidad, la culpa no será de ellos, sino de otros aspectos como revestimientos, colores, fuentes de iluminación bloqueadas, espacios mal aprovechados, y otros motivos que, al no saber cómo distribuir correctamente los muebles en casa, restarán placidez a nuestro hogar.

El Espacio en la Decoración

Decorar un ambiente no es solamente agregar objetos, adornos y muebles a un cuarto. Una verdadera decoración requiere, en realidad, de distribuir y colocar diferentes objetos dentro de un espacio específico.

Los criterios que utilizaremos para distribuir los muebles y otros objetos serán fundamentales a la hora de decidir cómo vamos a acomodar nuestras cosas. Para eso, primero debemos conocer las dos variables en que se considera el espacio en la decoración: el espacio de las 2 dimensiones y el espacio de las 3 dimensiones.

La planta; el espacio en 2 dimensiones

El espacio considerado en 2 dimensiones es el que los especialistas conocen como planta. La planta es el plano de la habitación que vamos a redecorar a lo largo y a lo ancho. Esta visión del espacio se utilizará para construir un plano de la habitación en cuestión. A partir de esa división, podremos distribuir en ese lugar los diferentes muebles y otros objetos que querramos ubicar allí.

La caja; el espacio en 3 dimensiones

El espacio considerado en 3 dimensiones es el que los especialistas conocen como caja. La caja representa la habitación contemplada como un todo: en ancho, largo y alto.

El suelo, las paredes y el techo constituyen una caja. Ese será el ámbito en el que vamos a realizar nuestra decoración. Esta visión del espacio nos servirá para entender cómo se equilibran las formas de los objetos (altos, bajos, flacos, gordos) y cómo inciden las líneas en la composición plástica de una habitación (rectas, curvas, horizontal, vertical).

El Espacio Vacío y la Circulación

Recién cuando hemos tomado conciencia del espacio en el que vamos a trabajar en 2 y 3 dimensiones, podremos planificar la distribución de los muebles. La primera cuestión a resolver es la relación en el espacio entre los objetos sólidos y los espacios libres que queremos tener en esa habitación.

Al ocupar un ambiente con elementos, como muebles y otros objetos, se generan zonas ocupadas por objetos sólidos y zonas vacías.

En el arte de la decoración, el espacio vacío generado por la aparición de un mueble sirve tanto al equilibrio del diseño (la composición plástica de una habitación) como a la comodidad en el tránsito y uso del espacio. Para su óptimo uso, los muebles necesitan de un espacio libre a su alrededor. Además, la circulación dentro de la habitación se realiza transitando por esos espacios libres.

Espacio alrededor de un mueble

El espacio vacío que rodea a un mueble es tan importante como el mueble mismo. Un espacio vacío equilibra las formas dentro de la composición plástica y, además, ayuda a que los muebles se usen con comodidad.

Un simple ejemplo, fácil de entender: las sillas requieren de espacio vacío para poder retirarlas al levantarse. También, para que, si están siendo utilizadas, otra persona pueda pasar por detrás cómodamente.

Segundo ejemplo: cómodas, aparadores o cualquier otro mueble con cajones o puertas, deberá tener sí o sí un área vacía al frente para poder abrirse con total comodidad. Antes de ubicar este tipo de muebles, tenemos que pensar muy bien si en esa zona podremos aprovechar toda su funcionalidad.

La circulación

En decoración, la circulación se refiere a la facilidad de tránsito  para las personas dentro de una habitación o durante el paso de un ambiente a otro. Las puertas y los muebles serán tomados en cuenta para calcular el espacio libre que queda para circular. La circulación tiene que ser siempre fluida, para generar una sensación confortable en las personas.  Esquivar muebles a la hora de caminar por nuestro hogar solamente nos sumará malhumor y estrés en nuestra propia casa.

El Punto Focal

El punto focal es un punto de interés que sigue nuestra vista cuando ingresamos en una habitación. Existen varias opciones que, mediante la decoración, nos puede indicar este punto de interés.

Primero puede estar dado por algún elemento específico de la decoración (una escultura, un jarrón, un adorno o un cuadro).

La segunda posibilidad es que haya un elemento de obra (una ventana, una columna o un hogar) que nos dirija a ese punto focal.

Por último,  un grupo de muebles que concentran una actividad específica pueden ser los que guíen la mirada de las personas hacia el punto focal deseado.

Puede ocurrir que no haya un elemento central que destaque del resto de los ubicados en la habitación. En ese caso, tendremos que generar un punto focal a partir de un grupo de muebles, por ejemplo un grupo de sillones formando un living.

Una correcta elección de un punto focal ayudará a una mejor distribución de muebles y objetos. La clave está en pensar la organización de los muebles como si fueran el punto focal (aunque en realidad el punto focal esté en otro objeto). De esta manera, utilizaremos esa área de interés como referencia desde donde organizar el resto de la habitación.

Practicidad sobre estética

Los muebles pueden ser más o menos bellos por sus colores, sus formas o sus materiales. Y eso va en el gusto de cada persona. Pero de nada servirá si el mueble será ubicado en el área que recibe menos luz natural. O que interfiera con la cómoda circulación de las personas por ese ambiente.  

Por este motivo, siempre habrá que priorizar lo práctico por sobre lo estético. Además, si los muebles nos ayudan a fluir mejor por nuestra casa, nos parecerán mucho más hermosos.