Cuando el género se vende en grandes cantidades es imprescindible que esos controles se lleven a cabo de manera efectiva, ya que la salud de muchas personas es lo que está en juego. Así, los agricultores y ganaderos tiene que seguir también unas pautas para agilizar el proceso.
Sin embargo, aunque no se ponga en juego nuestra salud, muchas veces se engaña al consumidor con el estado de los productos. Los huevos, por ejemplo, generalmente se venden como frescos, pero si nos detenemos a observar cuánto tiempo llevan envasados realmente, podemos llevarnos alguna que otra sorpresa.
Por ley, los huevos pueden venderse hasta 30 días más tarde desde que han sido envasados, pero a su vez, el ganadero tiene 30 días desde que el huevo sale hasta que es envasado. Esto quiere decir que desde que el huevo sale hasta que tú lo consumes puede haber pasado dos meses, y, sin embargo, en el paquete los venden como «huevos frescos».
Que un huevo tenga más de un mes no tiene porque ser malo para nuestra salud, pero sí es cierto que la calidad del huevo va disminuyendo y con ella su sabor.
¿Cómo podemos saber cuánto tiempo lleva el huevo envasado?
En todas las cajas de huevos hay un código que nos dice que día del año ha sido envasado. Sólo tienes que buscar la numeración de tres dígitos que aparece debajo o cerca de la fecha de consumo recomendada. Este número puede ir desde el 001 (que significaría que fueron envasados el 1 de enero) hasta el 365 (que significaría que fueron envasados el 31 de diciembre).
Conociendo este código, podemos saber la primera parte de la ecuación, pero ¿y cuánto tiempo han tardado los huevos en ser envasados? Eso ya no podemos deducirlo pero sabemos, que a lo sumo, debemos sumar otros 30 días.
Lo mismo que ocurre en los huevos podemos extrapolarlo a casi cualquier otro producto, ¿cuánto de verdad hay en que los productos que compramos son frescos?
Fuente: fresheggsdaily
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