El ahorro energético es importante por muchos motivos, pero también lo es para nuestro bolsillo. Conocer ciertos trucos que nos permitan ahorrar en la factura del gas o la luz siempre son bien recibidos, generalmente no nos cuesta ningún esfuerzo hacerlo y los resultados se notan a final de mes.
Hoy te damos algunas ideas para que el gasto en agua caliente sea menor, teniendo en cuenta el tamaño del piso en el que vives y las personas que lo habitan. Son unas pautas sencillas que pueden ser de gran ayuda para guiarnos con nuestras instalaciones.
En caso de tener termo eléctrico
Las mejores de las opciones en caso de tener termo eléctrico es tener uno que sea programable. De esta manera, el termo sólo funcionará en las horas en las que solamos utilizar el agua caliente, ahorrando mucha energía el resto del día. Esto puede suponer un ahorro de hasta el 20% en nuestra factura de la luz.
Esta opción es ideal para un piso pequeño o en el que vivan pocas personas, ya que es más fácil predecir los hábitos y su función será más factible.
Debemos tener en cuenta la capacidad de cada termo en función de las personas que habitamos la casa, de manera que:
– Un termo de 50 litros es perfecto para una persona
– Un termo de 80 litros es perfecto para dos personas
– Un termo de 100 litros es perfecto para tres personas
– Un termo de 150 litros es perfecto para cuatro personas
– Un termo de 200 litros es perfecto para más de cuatro personas
Tener un termo de mayor capacidad de la que necesitamos hace que se mantenga caliente más agua de la debida, por lo que malgastaremos energía.
Por otra parte, a la hora de elegir un termo también debemos tener en cuenta que incluya material aislante, esto reducirá las fugas de calor, disminuyendo el consumo hasta en un 40%.
En caso de tener gas
Los calentadores de gas controlan la potencia del calor a través del caudal de gas; según el agua caliente que utilicemos, consumiremos más o menos gas. Lo más importante a tener en cuenta en este caso es que nuestro calentador tenga encendido automático, esto hará que la llama sólo se encienda cuando abrimos el grifo de agua caliente, esto nos permite ahorrar un 10% del consumo anual.
A la hora de elegir el calentador perfecto según nuestras necesidades tenemos que tener en cuenta nuestro consumo habitual de agua caliente:
– Para una ducha necesitamos 10 litros por minutos
– Para dos duchas simultáneas, o una ducha más un lavabo necesitamos 15 litros por minutos
– Para lavarnos las manos o utilizar el fregadero necesitamos 5 litros por minuto
La importancia de los grifos
Pequeños detalles, como los grifos que tenemos, también son importantes para ahorrar agua caliente. En primer lugar, y fundamental, constatarnos siempre de que no tenemos ninguna pérdida de agua, así como controlar el caudal con un reductor.
Los modelo monomando nos permite regular fácilmente la temperatura sin perder agua caliente. Debemos procurar dejarlo cerrado siempre en temperatura fría, así sólo saldrá caliente cuando verdaderamente lo necesitemos.
En las duchas, sin embargo, lo ideal es tener grifos termoestáticos. Es decir, con un mando que regula la temperatura en grados y con otro mando que regula el caudal.
Fuente: decoesfera
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