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Que color elegir para pintar la fachada de casa

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Con las nuevas técnicas y tecnologías se presenta una muy variada forma de combinar texturas y colores para la fachada de una casa. Ya sea que se encuentre con sus cuatro caras libres, despegada de sus vecinos, o todo lo contrario, próximo a ellos y que lo único que se vea desde el exterior de la calle sea el frente, al amplitud de opciones es infinita para pintar la fachada de casa.

Para poder elegir la mejor opción para la fachada de tu actual casa o de una futura, mencionaremos diferentes opciones que se adapten a los diferentes estilos de casa que predominan hoy en día en la construcción.

Uno de los primeros pasos a tener en cuenta, al momento de tomar decisiones sobre la fachada de nuestra casa, es hacia donde queremos apuntar. Es decir, si queremos que siga con los estilos que ya existen en el vecindario. O que sea completamente diferente y que sea fiel al estilo que queramos incorporar en su interior. Esto va a depender de nuestros gustos y de la forma exterior de la fachada en donde incorporaremos los diferentes colores y texturas.

Índice

    Un clásico, el color blanco

    Una de las primeras opciones que siempre surge y es una de las más clásicas es el color blanco. Esta posibilidad también puede ser incorporada en casas antiguas que fueron remodeladas. La mayoría de estas tiene detalles arquitectónicos que para que resalten de forma conjunta deben pintarse de blanco. Esta medida, acompañada de las aberturas de la casa en color oscuro como negro quedarán geniales.

    Si ventanas y puertas son de madera, que ésta sea lo más oscura posible. Así realzará la fachada, sobretodo si la construcción es antigua y tiene techo de tejas.

    Si la fachada cumple con todas las características mencionadas anteriormente, desde las aberturas hasta el techo visto, es una muy buena opción la elección del color blanco. También puede ser utilizado cuando la fachada de la vivienda tenga diferentes texturas. Por ejemplo, ladrillos a la vista y revoque, que pueden ser pintados todos del mismo color. Así se logrará resaltar los otros elementos de la casa y no la textura. Sin embargo, los ladrillos se seguirán  apreciando. Entonces, seguirán luciendo las diferentes características de la vivienda.

    Si la terminación que se desea es una fachada más homogénea, se puede optar por el color blanco combinado con diferentes tonos de grises. Desde un gris pálido hasta un gris más oscuro, estos grises deben ser colocados en lugares estratégicos de la fachada como pueden ser las molduras de las ventanas o de las puertas. También en columnas y vigas para resaltar la estructura de la casa. Estas medidas, acompañadas del resto de la vivienda de color blanco le  darán una sensación de sencillez y limpieza por los colores utilizados.

    Para los más arriesgados: colores oscuros

    También, a través del gris se pueden incorporar texturas a la fachada. Por ejemplo, por medio de piedras rectangulares de color gris, que vienen es diferentes tonos. Pueden ser utilizados de forma combinada o elegir alguno más oscuro o más claro para alguna pared específica. Si la fachada posee balcones y este como contención tiene una baranda de hierro esta puede ser pintada de color gris, para también incorporar el color en este sector.

    También se puede llegar a incorporar color a través de una textura específica. Un ejemplo más que claro es la incorporación de la madera y sus diferentes tonos a la fachada, resaltando un muro específico o un volumen.

    Una buena alternativa es la madera natural pintada de color oscura. Esto nos dará una terminación ideal para combinar con el color blanco o gris. La madera, además de incorporar un color a la fachada que la resalta, trae una textura nueva y muy fácil de combinar con el resto de la vivienda y utilizándolo en lugares específicos crea una gran armonía, también en la fachada.

    La madera puede ser incorporada tanto de forma vertical como horizontal. En la actualidad, existen materiales de pvc que imitan muy bien a las vetas de la madera y además nos brindan una durabilidad más larga. Además, su mantenimiento es mucho menor del que necesita la madera.

    Con la incorporación de la madera se pueden optar por colores más oscuros. Un gris oscuro con terminaciones en color negro, y también en estos tonos, se puede elegir la utilización de piedras grises. Esto, claro, es mejor implementarlo equilibrando las texturas, para que una sea más fuerte que la otra, pero sin que alguna pase desapercibido.