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¿Qué campana extractora elegir para la cocina?

La campana extractora es el elemento básico de todo equipamiento de cocina. Entre sus tareas se encuentran no sólo eliminar los olores desagradables o demasiado intensos de la habitación, sino también reducir el nivel de humedad del aire durante la cocción y absorber la grasa que se escapa de los platos. 

La ausencia de una campana extractora podría a la larga ocasionar serios problemas, como paredes empapadas de grasa, con manchas difíciles de remover y provocar depósitos permanentes de decoloración en muebles y techos.

Sin embargo, la decisión de comprar este tipo de dispositivos no es sencilla. Debemos tener en cuenta una serie de factores diferentes, desde el volumen de la cocina y la cantidad de espacio libre disponible en ella, pasando por las restricciones y dificultades de instalación y la posibilidad (o falta de ella) de conexión a la red de ventilación del edificio, hasta la coherencia estilística con la disposición adoptada dentro de la habitación. 

Entonces, ¿qué campana extractora deberías elegir para su cocina?

Índice

    Tipos de campanas extractoras

    Para facilitar la comprensión inicial del tema, vale la pena comenzar por familiarizarse con los tipos de campanas extractoras disponibles. La clasificación básica (basada principalmente en la ubicación de destino del dispositivo) incluye las siguientes cubiertas:

    • isla: generalmente montada en el centro de las habitaciones, justo encima de la isla de la cocina.
    • encimera: empotrada directamente en la encimera de la cocina (verticalmente), justo detrás de la encimera.
    • debajo de los armarios: perfectas para habitaciones pequeñas, debido a las pequeñas dimensiones que permiten ubicarlas debajo de un armario de cocina colgante.
    • chimenea (pared): montada a lo largo de la pared adyacente a la estufa.
    • telescópicas: campanas pequeñas, pero también bastante eficientes, que permiten ocultar completamente su estructura.
    • esquina: diseñado para permitir una instalación fácil y eficaz en las esquinas de las habitaciones,
    • universal: dispositivos diseñados para proporcionar la gama más amplia posible de lugares que se pueden instalar (adosados a paredes y techos, así como a la superficie de los gabinetes).

    Tipos de filtros

    Antes de repasar los diferentes tipos de filtros, hay un aspecto particular que atañe a las campanas extractoras. La sistemática de su división, además de la clasificación descrita en detalle en el párrafo anterior, también desglosa el surtido disponible en dos tipos adicionales: extractos y absorbentes.

    Cabe señalar que casi todas las campanas mencionadas anteriormente, clasificadas según el espacio de trabajo dedicado, pueden tener la forma de una campana extractora y un absorbedor.

    En el caso del primero de los tipos de campana mencionados, el dispositivo se basa en un sistema abierto, aspirando vapor de agua, grasas y malos olores del aire, que luego son aspirados por la red de ventilación que opera dentro de una instalación determinada. Dichos extractores suelen tener un solo filtro de metal y no requieren filtros reemplazables adicionales.

    En cuanto a los absorbentes, funcionan en sistemas cerrados, por lo que su estructura interna requiere un enfoque un poco más no esquemático. Al contrario de la solución discutida anteriormente, este tipo de campana no «extrae» el aire de la cocina, sino que lo purifica de vapor de agua, humo, grasa y olores indeseables, y luego lo deja de nuevo en la habitación. 

    Por este hecho, disponer de un absorbedor requiere la sustitución periódica de sus filtros, gracias a lo cual es capaz de realizar su trabajo de forma eficaz.

    Sabiendo por qué es necesario utilizar filtros en campanas extractoras, describamos brevemente sus tipos más importantes disponibles en el mercado:

    Carbono: de uso común en el área de absorbentes, donde no hay posibilidad de conexión a conductos de ventilación. Los filtros de este tipo están disponibles en diferentes variantes en términos de eficiencia y duración de funcionamiento sin la necesidad de reemplazarlos, pero por regla general aseguran una purificación eficaz del aire durante un período de varios a varios meses.

    Metal: los filtros antes mencionados, característicos principalmente para extractores. Su modo de funcionamiento se basa en una malla metálica, cuya estructura evita que la grasa penetre en el dispositivo. Sus mayores ventajas incluyen una durabilidad muy alta y no es necesario reemplazarlos; en cambio, el filtro simplemente se lava a fondo.

    Textiles: las variantes más comunes hechas de vellón o papel especializado. Su función básica es retener la grasa y cualquier otra impureza que pueda entrar en la campana dentro de su estructura. Para mantener el rendimiento, deben reemplazarse en promedio cada 2 meses.

    Sintéticos: filtros que funcionan según el mismo principio que sus homólogos textiles descritos anteriormente, pero que permiten reducir la frecuencia de sustitución a unos 4 meses. Por lo general, están hechos de acrílico, que se caracteriza por una limpieza extremadamente eficaz del aire de la humedad y la suciedad.

    ¿Qué parámetros de la campana se deben tener en cuenta?

    Después de decidir el tipo de campana deseado por nosotros, en el siguiente paso debes concentrarte en encontrar un modelo específico del dispositivo. Para ello, vale la pena familiarizarse con los parámetros de importancia clave para la calidad de su trabajo, que incluyen principalmente:

    Productividad: expresada en metros cúbicos por hora. Este factor informa al usuario sobre la cantidad de aire que la campana podrá limpiar en una hora. Se asume que la eficiencia de una campana de humos o absorbedor dada es óptima, cuando en 60 minutos filtrará seis veces todo el aire de la habitación.

    Nivel de ruido: un parámetro fuertemente relacionado con el rendimiento máximo que ofrece la campana. Cuanto más filtra el dispositivo, más ruido produce, por supuesto. En la mayoría de los casos, el volumen de las campanas extractoras está entre 35 y 50 decibeles.

    La cantidad de pasos disponibles para regular la velocidad del dispositivo: recomendamos que compres campanas con al menos tres modos de funcionamiento diferentes. Gracias a esto, podremos tanto ajustar la velocidad de filtrado a nuestras necesidades como reducir al mínimo necesario la cantidad de ruido que genera el dispositivo.

    Tipo de control: cuando se trata de este aspecto de las campanas extractoras, hay dos tipos básicos. Son: control manual, realizado mediante deslizadores y botones clásicos, así como control electrónico, mediante un panel táctil. En este último caso, el dispositivo también suele tener una pantalla electrónica, lo que garantiza la posibilidad de una lectura rápida de los parámetros operativos actuales.

    El diámetro de la salida es un tema extremadamente importante en el área de campanas conectadas a la red externa, porque nos informa si el dispositivo se adaptará bien al conducto de ventilación incluido en nuestra cocina.

    Materiales y mano de obra: es decir, parámetros que se traducen en durabilidad y fiabilidad del funcionamiento de la campana. Básicamente, este tipo de factores deben considerarse en todos los electrodomésticos.