Desde que Duc cumplió los 17 años se mudó a Estados Unidos, donde ha pasado gran parte de su vida y desarrolló su carrera profesional dejando atrás todos sus recuerdos de la infancia antes de la guerra. Sin embargo, en 2006, cuando Duc cumplió los 50 años, decidió regresar a su ciudad natal para seguir allí su camino.
El escritor diseñó una casa muy especial, ya que en ella se puede apreciar una mezcla de muchos estilos arquitectónicos no sólo propios de Estados Unidos, sino también de África del norte, Asia y Europa. Y es que Duc quiso plasmar en su nuevo hogar parte de todo lo que ha aprendido en sus múltiples viajes durante todos estos años.
La casa tiene una autenticidad increíble y se complementa a la perfección con el paisaje, ya que está construida con piedra y cristal, hecha por artesanos locales con materiales de la región.
La entrada principal se encuentra en la azotea y no es otra cosa que una pirámide de cristal. Cuando la abres te encuentras con unas escaleras por las que desciendes como si te adentraras por la selva. Gran parte de la fachada está hecha de vidrio dejando el cielo totalmente visible y la naturaleza a tus pies. En el centro de la casa hay un gran loft con una decoración minimalista, y el dormitorio principal, frente a la gran cristalera, permite que despiertes cada mañana con las mejores vistas posibles.
La decoración de la casa te traslada por varios continentes a la vez, ya que, igual que el salón principal puede recordar a un loft estadounidense, las camas balinesas nos transportan a un ambiente mucho más bohemio. Este contraste lo podemos encontrar en todas las estancias de la casa, donde siempre hay varios factores comunes: la piedra en las paredes, los grandes ventanales y la sencillez.
Fuente: milkdecoration
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.