A medida que pasa el tiempo, nuestra decoración se va pasando de moda, y eso es algo que siempre ocurrirá, ya que las tendencias, incluso las hogareñas, cambian constantemente. Aunque al principio no lo notemos, seguro que acabamos cansándonos de algunos de nuestros muebles, pero evidentemente se nos hace imposible estar constantemente cambiando todo el mobiliario por una razón económica.
Sin embargo, ¿por qué deshacernos de un mueble que podemos transformar nosotros mismos? Y es que antes de tomar una decisión así, debemos abrir nuestra mente y ver cómo transformaríamos ese mueble para que encaje con nuestra casa. Muchas veces es más fácil de lo que parece, y con todos los proyectos DIY que tenemos en Internet, no nos costará mucho trabajo inspirarnos para conseguir un resultado espectacular.
Hoy os traemos una transformación increíble que nos parece muy buena para tomarla como ejemplo para nuestros futuros proyectos.
Este es el aspecto inicial del enes, a su dueña el color rojo le dejó de encajar en la casa, sin embargo la estructura de la cajonera sí que le gustaba.
Desmontó todas las puertas y cajones para fabricar restaurarlos uno a uno.
Para crear un frente nuevo, utilizó un tablero de fibra de densidad media, e iba sacando los moldes con los propios cajones.
Repasó el contorno con un lápiz.
Y lo recortó con un cúter, lijando bien todos los bordes para que la superficie quedara perfecta.
Colocó un listón de madera sobre el tablero de fifra y marcó los bordes.
Cortó el tamaño justo con una sierra manual.
Y lijó para quitar todas las astillas.
Se repite la misma acción para los cuatro lados y pegó los listones con masilla de carpintero.
Para las puertas se siguió el mismo proceso que para los cajones: primero una nueva superficie y sobre ella los listones de madera.
Cuando ya obtuvo todos los frentes, aplicó una capa de imprimación a todas las superficies.
Una vez que se secó la capa de imprimación, pintó todo el mueble de blanco. Pero se encontró con un pequeño problema: el interior de la puerta y cajones no absorvía bien el color de la pintura al tratarse de PVC, por lo que decidió hacer la técnica Decoupage.
Consiste en mezclar agua y cola a partes iguales y aplicarla en la superficie junto con un papel decorativo.
En este caso, la dueña utilizó unas servilletas estampadas que le gustaban mucho, con cuidado para que no el papel no se rompiera.
Una vez que el papel se secó, aplicó varias capaz de barniz mate para así hacerlo más resistente.
Para terminar, eligió unos pomos acordes con el nuevo mueble.
Y…¡voilá! mueble a estrenar con un cambio de imagen impresionante.
Fuente: facilisimo
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.
