La presentación siempre es importante, la vista es el primero de los sentidos que se alimenta, y aunque el sabor sea lo que realmente cuenta, estar atento a la preparación sólo puede sumarnos puntos.
Los platos más sencillos, fáciles y rápidos pueden convertirse en algo original con la presentación adecuada. Hoy queremos enseñaros un pequeño truco para conseguir un adorno comestible y único para tus platos. Se trata, sencillamente, de un huevo cocido, que podemos combinar con cualquier plato, pero esta vez, en forma de corazón.
Lejos de lo que pueda parecer, conseguir que el huevo tenga esta romántica forma no es nada difícil y sólo nos llevará un par de minutos. En el siguiente vídeo podéis ver paso a paso el procedimiento. Seguro que puede servirte en el momento que menos te lo esperas, ¡no te lo pierdas!
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.