Conocer ciertos trucos no quiere decir que vayamos a utilizarlos habitualmente, sin embargo la sabiduría no ocupa lugar, y seguramente lo agradezcamos en algún momento. Cuando estamos en el campo o de acampada en alguna playa tenemos que lidiar con lo que tenemos a nuestro alrededor. Si nos falla algo de lo que hemos llevado de casa muchas veces no nos queda más remedio que interrumpir las vacaciones o fastidiarnos y buscar alternativas.
Pues bien, hoy os quiero hablar de un truco que me ha parecido asombroso, sobretodo por lo sencillo que es. Se trata de hacer un pequeño fogón el cuál podemos utilizar para calentarnos, para cocinar o incluso para iluminar zonas oscuras. Aunque hemos de advertir que se trata de un truco que necesita alcohol y fuego, por lo que hay que tener sumo cuidado a la hora de trabajar en él.
Para hacer este pequeño invento necesitas:
– Dos latas de aluminio (de refresco por ejemplo)
– Un rotulador permanente
– Unas tijeras o cúter muy afilados
– Una lija
– Un clavo o chincheta
– Alcohol de quemar
Una vez que tienes los materiales preparados empezamos con el procedimiento:
En primer lugar marca las dos latas tal y como se ve en la fotografía. Los puntos puedes marcarlos con un bolígrafo más fino pero también permanente, intentando que la distancia entre los puntos siempre sea la misma.
Recorta la lata por la línea de rayas y lija esa zona para evitar que sea cortante. Los puntos puedes atravesarlos con un clavo o chincheta, después sólo tienes que unir las dos mitades.
En una de las dos mitades haz agujeros en el centro de la base y coloca una base de metal como una bandeja, o una lata de conservas debajo del invento, vierte un poco de alcohol y ya estará lista para prender.
Como veis se trata de un invento muy sencillo que nos puede sacar de muchos apuros. A continuación os dejamos un vídeo en el que se explica paso a paso el procedimiento, así podéis verlo con detalle.
Fuente: EcoInventos
Vía: LaVozdelMuro
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