Las puertas de interior son, junto al suelo, uno de los elementos menos sustituidos en una casa o apartamento. Por ello, al comprarlas, debemos buscar que combinen a la perfección con la decoración interior. Sin embargo, la selección de la puerta adecuada, tanto técnica como estéticamente, puede causar algunos problemas. La apariencia, la calidad de la mano de obra y el precio son solo algunos de los muchos aspectos que deben tenerse en cuenta al elegir una puerta.
¿Qué tipos de puertas interiores existen?
Las puertas interiores deben ser duraderas y estar bien hechas. El precio, aunque importante, no debe ser una prioridad a la hora de elegirlos. La puerta debe ser sólida para que dure el mayor tiempo posible. Además, su montaje es muy importante, que es la culminación del efecto final. Pocos fabricantes ofrecen garantía para puertas que han sido instaladas por ellos mismos, por lo que conviene plantearse comprar la puerta junto con el servicio de montaje.
Debido al método de instalación, las puertas interiores se pueden dividir en puertas no rebajadas o rebajadas. En el primero, el borde de la hoja con el marco forma un plano, mientras que en el rebajado, la hoja de la puerta tiene una muesca y el borde de la puerta se superpone al marco. La instalación de puertas no rebajadas es más fácil que la instalación de puertas rebajadas; además de que son más seguras.
Una de las preguntas que podemos hacernos antes de comprar una puerta es si comprar una puerta completa o acristalada. Una puerta completa es la mejor opción cuando queremos aislarnos por completo de otras estancias.
Por otro lado, las puertas acristaladas serán una mejor opción si queremos dar más iluminación a la estancia. Además, son especialmente recomendables si la habitación tiene pocas ventanas o cuando su disposición se basa en el uso de colores oscuros.
La última parte divide las puertas interiores en función de cómo se abren. Se pueden abrir hacia afuera o hacia adentro. Su selección debe depender de la disposición interior, dependiendo de cuál de las dos habitaciones separadas tiene más espacio cerca de la puerta.
¿Cómo elegir la puerta en términos de apariencia?
La puerta no solo tiene que ser funcional, sino que también debe ser un complemento estético del interior. El primer aspecto al que debes prestar atención al comprar una puerta es el color del piso. Si no nos gusta mucho la mezcla de colores, materiales o texturas, podemos optar por una puerta con un carácter similar al suelo.
Jugar con los contrastes hace que el resultado final sea más arriesgado, pero el resultado final puede ser muy llamativo. Una puerta clara para un piso oscuro o un piso claro para una puerta oscura es una combinación que no debe temerse necesariamente.
No obstante, conviene recordar que si introducimos un contraste entre la puerta y el suelo, el color de la puerta debe coincidir con el del mobiliario o las ventanas, para no introducir demasiados colores, que pueden hacer que la estancia pierda su aspecto. También vale la pena saber que las puertas interiores deben coincidir con el color de las dos habitaciones que separan.
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