¿Por qué conformarse con una puerta tradicional cuando puedes tener una puerta corredera? Se encuentran mucho más a la sombra que sus antecesoras, pero tienen muchas más ventajas de las que podemos pensar. ¡Y olvidemos el mito de que colocarlas es un trabajo muy complejo y caro!
Para empezar, nos hacen ganar espacio en nuestro hogar, pueden aportar amplitud a cualquier estancia o habitación, sea cual sea su tamaño, y pueden servir como recurso para ocultar algún mueble o espacio de la manera más discreta. Además, pueden estar visibles u ocultarse dentro de la pared, algo que resulta muy bonito y no demasiado costoso.
Te enseñamos cómo puedes conseguir crear tu propia puerta corredera en casa y de paso ahorrarnos un dinerillo, utilizando un elemento muy simple y útil en tareas DIY: los palés de madera. Sigue las instrucciones paso a paso y déjate llevar por la imaginación.
1. Materiales necesarios: 2 palés de madera, tornillos, taladro, pintura, lija, un raíl y accesorios para puerta colgante, como el que vemos en la imagen (consulta en tu ferretería más cercana)
2. Tras desmontar los palés, los colocaremos en el suelo para crear la pieza de la puerta y comprobar que las medidas sean las adecuadas y que las distancias en diagonal sean iguales
3. Una vez sepamos el orden que van a tener, llega el momento de lijar y pintar las tablas antes de clavarlas. Nos ayudaremos del taladro y los tornillos, y pondremos una tabla transversal para asegurar todas las piezas, ya sea en medio de la puerta o en diagonal
4. Por último, tendremos que clavar los colgadores en la parte superior de la puerta. El largo del raíl debe ser al menos el doble que el del marco de la puerta. La puerta no puede tocar el suelo, debe quedar un par de cm por encima
Otras preciosas puertas que nos pueden servir como fuente de inspiración:
Fuente:
Periodista especializada en decoración. Interesada por todo lo que tiene que ver con el interiorismo y el mundo deco.