Las películas nos ayudan a soñar cuando somos niños y de algún modo también lo hacen cuando somos grandes. Hay películas que marcan nuestra vida, tanto, que a veces nuestros sueños están relacionados con ellas, como es el caso de Milwaukee Ken Imhoff.
Este hombre se quedó impresionado con la película The Cannonball Run (1981) -Carrera de locos-, pero no fueron los personajes, ni el paisaje lo que impactó a nuestro protagonista de hoy, fue su coche estrella: Lamborghini Countach.
Como bien sabréis, adquirir un coche como este supone un desembolso económico importante, sin embargo a nuestro amigo se le ocurrió otra idea más barata. Si hemos visto proyectos DIY -hazlo tú mismo- de todo tipo, este supera todas nuestras expectativas, ya que este hombre consiguió fabricarse su propio Lamborghini de esta manera:
Desde su infancia, Ken siempre ha amado los coches. Esta fotografía de 1958 así lo corrobora, conduciendo un coche deportivo fabricado por su propio padre
Desde que vio el Lamborghini Countach por primera vez, supo que era un coche especial
Una década más tarde de ver la famosa película, Ken se puso a trabajar. Sabía que sería mucho más fácil comprarlo directamente, pero él decidió, con paciencia, hacer algo mucho más especial
Ken lleva muchos años trabajando con el metal, por lo que sabía muy bien lo que estaba haciendo a la hora de fabricar y soldar cada una de las piezas necesarias
El proyecto lo inició oficialmente en septiembre de 1990 y tardó casi dos décadas en terminarlo. Su primer paso fue crear un modelo a escala 1:16 de madera, para así ayudarle a construir los paneles de la carrocería
Cada uno de los paneles de aluminio se fabricaron a mano gracias a herramientas que Ken tenía. Sólo este proceso llevó un año de trabajo
A pesar de la experiencia que tenía Ken con el metal, algunas líneas curvas de los paneles costaron mucho más trabajo que cualquier otra cosa. A base de corregir todos los pequeños errores consiguió el resultado que quería
Ken construyó toda la armadura del vehículo con hierros de 13 centímetros. De esta manera, se mantendría el chasis junto a la vez que proporciona la altura correcta de la carrocería respecto al suelo
Lo más difícil fue construir, de manera segura, el cuerpo y el marco superior de manera que quedara alineado perfectamente con el esqueleto del coche
Todo estaba funcionado tal y como quería nuestro protagonista. Cada detalle del automóvil estaba quedando perfecto
La carrocería necesitaba muchas capas de imprimación antes de poder ser pintada
En este punto, el coche ya se veía como un Lamborghini a pesar de no tener aún ni ruedas ni paneles exteriores. Sin embargo había que añadir otras cosas como líneas de rotura, pedales y un envase de combustible
Ken necesitaba un taller profesional para pintar las piezas exteriores, por lo que tuvo que sacar todas y cada una de las piezas para pintarlas individualmente
A su vez, Ken pidió ayuda a un amigo maquinista para que convirtiera una pieza de metal de 6 centímetros de espesor en la base de las ruedas
En el año 2008 el proyecto ya estaba totalmente terminado, pero Ken lo había hecho todo en el sótano de su casa, y sacar el coche de allí no fuera tarea sencilla
Necesitaron la ayuda de una excavadora para derribar el muro y sacar el automóvil
Actualmente el coche está en Miami, en manos de su nuevo propietario que lo compró en septiembre de 2016, 26 años después de que comenzara el proyecto. Posiblemente para Ken era más importante el proceso de construir el coche que de tenerlo. De hecho, ya se ha puesto manos a la obra con su siguiente proyecto: un Studebaker Starlight Coupe del 53
Fuente: boredomtherapy
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.