Todo un ejemplo de que querer es poder es el caso de David Bahnsos, un cirujano ortopédico que se acaba de jubilar y ha descubierto la manera de poner compartir con sus perros su hobbie favorito: el piragüismo.
David construyó una piragua con tres compartimentos, para poder navegar junto con sus dos perros, y desde la primera experiencia, los perros se muestran encantados con la idea de navegar por el lago.
Cuando su primera perra, Susie, se sentó un día en el compartimento de la piragua, David se dio cuenta de que añadiéndole un anillo alrededor de la abertura, para tener más seguridad, su perra iría cómodamente.
Al poco tiempo llego a la familia un nuevo miembro, otro perro llamado Ginger, así que David no se lo pensó dos veces antes de modificar su piragua y añadirle otra abertura. Este no cuenta con espacio para una persona, ya que las piernas no cabrían, pero sin embargo, es perfecto para un perro.
Pese a lo que pueda parecer, los perros han entendido muy bien las normas de seguridad que deben seguir dentro de la embarcación, ya que, tal y como cuenta David «durante toda la travesía ellos están sentados, nunca se han movido más de la cuenta ni se han tirado al agua. De hecho, cuando llegamos a tierra, ellos esperan a que yo les diga que pueden bajar para hacerlo.»
A nosotros nos ha parecido una iniciativa muy buena, ya que disfrutar de tus aficiones con tus mascotas es una de las mayores satisfacciones que hay, porque no sólo disfrutan los dueños, sino que así los perros son felices también.
Fuente: thedodo
Este artículo ha sido publicado en LaNubedeAlgodón
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