Ante esta situación se están produciendo muchos alimentos que dicen ser algo que en realidad no son, ya que la producción no da a basto como nos gustaría. El problema es cuando el engaño se hace efectivo y nos intentan vender un producto falso.
Esto sucede a menudo con la miel pura de abeja, ya que la demanda suele ser mayor que la oferta y es entonces cuando alteran el producto para poder comercializar mayor cantidad, pero eso sí, deja de ser miel pura de abeja. Para conseguirlo suelen añadir jarabe de alta fructosa o glucosa comercial, aumentando así los litros de miel que se comercializan.
No nos confundamos, esto sólo significa que la miel no es pura, pero no por ello es dañino para la salud y tampoco se trata de algo ilegal. Lo que sí es cierto es que las etiquetas de estos productos pueden ser algo engañosas y no aclararnos de que en realidad se trata de un alimento alterado.
Pues bien, nosotros hoy os queremos enseñar tres maneras de saber si la miel es en realidad pura o no. Todas ellas muy sencillas que puedes hacer en tu misma casa.
1. Vierte un poco de miel en un vaso de agua, si se disuelve rápidamente, está edulcorada
2. Embadurna una servilleta con un poco de miel, si no arde, la miel está edulcorada
3. Pon un poco de miel sobre tu uña, si se desparrama rápidamente, está edulcorada
Puedes comprobar con tus propios ojos el resultado de este test en el siguiente vídeo:
Fuente: Bonbonquest
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.