El ferrocarril no sólo precisaba de una máquina de vapor que la impulsase, también requería una superficie de suelo determinada para que las ruedas pudieran deslizarse. Es a partir de la observación del trabajo minero, cuando se idearon los carriles metálicos para el transporte de ferrocarriles pesados.
Finalmente, en 1825 se inauguró el primer ferrocarril a vapor cubriendo la distancia entre los pueblos ingleses Stockton y Darlington. A partir de ahí se trabajó para mejorar el sistema y se fueron ideando nuevas formas de entender la automoción. Se construyeron cientos de miles de kilómetros de vía férrea, y a mitad de siglo este medio de transporte ya había llegado a todos los continentes. Era el principio de un medio revolucionario.
Tanto es así que en todo el mundo los trenes son un medio de transporte habitual, que se renuevan cada poco tiempo y que se siguen estudiando para mejorarlos. Lejos nos queda la máquina de vapor, pero aún así el tren sigue siendo semejante al de los inicios, en cuanto a efectos prácticos.
Rara es la persona que no ha disfrutado de un viaje en tren, más largo o más corto, pero se ha convertido en uno de los principales transporte de personas y de mercancías. Nosotros hemos pensado en este medio y en lo fascinante que nos resulta su historia, pero también en cómo han surgido variantes que hoy en día nos podemos seguir encontrando, por tanto hoy os queremos enseñar cuáles son los trenes más raros del mundo:
1. El tren más largo del mundo.
Tienes que irte hasta Mauritania para poder verlo, aunque subirte en él es toda una aventura. Doscientos vagones se entrelazan para ocupar cuatro kilómetros de vía, y se necesitan varios minutos para que el tren se pare en su totalidad, sólo ver el proceso de frenado ya es algo impresionante.
Funciona gracias a tres locomotoras que consiguen impulsar al tren más largo y pesado del mundo, aunque no pueda superar los 40 km/h. Este no es un tren para transportar personas, pero muchos mauritanos y saharauis lo utilizan para atravesar el desierto y llegar a la ciudad minera de Zouerat. Evidentemente no se trata de un tren tal y como nosotros lo conocemos, pero sí que ha resultado ser una buena solución clandestina para las personas que necesitan cruzar esa parte del desierto.
2. Tren colgante.
Sin duda este es uno de los casos más curiosos del ferrocarril, además bastante desconocido en todo el mundo. Este tren se llama «Schwebebahn de Wuppertal» y lo podemos encontrar en Renania, un estado de Alemania, siendo el único ferrocarril urbano colgante de toda Europa.
En vez de ir pegado a la vía, lo hace colgado de los raíles que pasan por encima de las casas y los ríos. Fue diseñado en 1900 y un año más tarde fue inaugurado, más de un siglo después se sigue utilizando como medio de transporte urbano en la ciudad. En sus comienzos no fue aceptado por los vecinos, no es de extrañar que en esa época diera inseguridad un transporte como este, aún así, el tiempo hizo su trabajo y el tren colgante acabó convirtiéndose en uno de los principales emblemas de la ciudad.
Este tren realiza una ruta de 13,3 kilómetros de distancia en 30 minutos, 20 estacionas completan la ruta y se calcula que transporta a unos 80.000 personas al día. Evidentemente, durante este siglo de funcionamiento, el tren se ha ido remodelando y adaptándose a los nuevos tiempos.
3. Tren de cremallera.
Este tipo de ferrocarriles se mueve gracias al acople mecánico con la vía por un tercer riel dentado. Se utiliza en zonas montañosas donde hay gran pendiente, ya que los trenes normales no podían tener impulso en pendientes mayores del 8% de inclinación.
En 1869 se construyó el primer tren de cremaleera para poder subir al monte Washington New Hampshire. A Europa llegó dos años más tarde y gracias a él aún hoy conservamos algunos como el tren Jungfraujoch, que recorre los Alpes Suizos llegando a los 3.454 metros de altura, siendo así la estación de ferrocarril más alta del de Europa y la segunda del mundo. Este tren y las vías se tardaron en construir 16 largos años, hasta que consiguieron desafiar las leyes de la naturaleza y en 1912 se inauguró. Se considera que, actualmente, este tren transporta cerca de 700.000 pasajeros al año, ya que es un reclamo turístico muy importante.
4. Transiberiano.
Esta es una de las rutas más impresionantes del mundo, por no decir la más. Se trata de una red que conecta la Rusia Europea con China, con una extensión total de 9.288 kilómetros.
Fue inaugurada en 1904 tras trece años de trabajo, y actualmente es el servicio ferroviario continuo más largo del mundo. Se atraviesan ocho zonas horarias en su recorrido atravesando gran parte de la Asia soviética. Para abastecer las necesidades de la mayoría de la gente, se han creado varios ramales para poder redireccionar el destino.
5. Tren con hélices.
Un claro ejemplo de la evolución que ha sufrido el transporte es este tren con hélices diseñado por Franz Kruckenberg, fue construido con aluminio y equipado con una gran hélice en la parte trasera que propulsaba el aparato.
El tren llamado «Schienenzeppelin» podía alcanzar los 200 kilómetros por hora, dependiendo de la cantidad de vagones que se incorporaran al tren. Aún así, era un sistema peligroso porque al entrar a las estaciones la gente estaba expuesta a esta hélice que podía causar accidentes con facilidad. Este no era el único problema, el sistema no permitía que el tren subiera por las vías con cierta inclinación, debido a esto, en 1939 se decidió destruir este tren, ya que para esta época había otras opciones más rentables y eficientes en cuanto a ferrocarriles se refiere.
6. El tren más lujoso del mundo.
Ya que estamos hablando de las peculiaridades de los trenes, no podemos dejar pasar la oportunidad de hablaros del tren más caro y lujoso del mundo. El tren «Rovos Rail» recorre diversas rutas sudafricanas con todas las prestaciones como si del mejor hotel se tratase.
Está compuesto por 19 vagones impulsados por dos locomotoras a vapor, diesel o eléctricas, según el itinerario. Tiene una capacidad máxima de 72 pasajeros, incluyendo al personal pertinente para tener una estancia de lujo. En total 36 habitaciones a las que no le falta detalle, alguna de ellas son auténticas suites reales con mejores baños de los que tenemos en casa. En 48 horas recorre 1.600 kilómetros entre Pretoria y Ciudad del Cabo, aunque, como hemos dicho, hay varias rutas más que te acercan a los sitios más emblemáticos del continente Africano. Hay viajes desde 24 horas hasta 14 días.
7. El tren más rápido del mundo.
Este artículo no puede acabar de otra manera que no sea comprobando que los avances tecnológicos siguen afectando a los ferrocarriles de hoy en día y eso lo notamos sobre todo en la velocidad. Y es que hace unos años no podíamos pensar que un tren pudiera alcanzar los 500 kilómetros por hora.
Por el momento el tren más rápido del mundo es el «Shanghai Maglev» que consigue alcanzar los 431 km/h, pero digo por el momento porque el «Shinkansen L0» ya está diseñado y construido, pero no en funcionamiento.
Los trenes de alta velocidad operan con la tecnología de levitación magnética Maglev, toda una novedad que permitiría a los trenes alcanzar los 6.400 km/h pero sólo se podría utilizar en el vacío y nunca para viajar, al menos por el momento.
Fuente: historiadenuestroplaneta, batanga, treneando, hipertextual, diariodelviajero
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