Es por ello que el agua oxigenada se utiliza generalmente para desinfectar las heridas, ya que, además, tiene otra gran ventaja: no produce escozor al entrar en contacto con la piel dañada. Esto ha hecho que el agua oxigenada se convierta en un imprescindible en nuestro botiquín, sobre todo si tenemos niños pequeños en casa.
Sin embargo, ¿conoces algún otro uso que puedas darle al agua oxigenada? Hoy te vamos a demostrar que el famoso peróxido de hidrógeno no sólo nos vale para desinfectar heridas, en casa podemos utilizarlo para resolver otros muchos problemas. ¡Atentos!
1. Blanquea tu ropa
La zona de las axilas de nuestras camisas y camisetas muchas veces amarillea a causa del sudor y el desodorante, también puede suceder con la funda de las almohadas, los calcetines, etc. Pues bien, el agua oxigenada nos puede solucionar este problema.
Cuando vertemos agua oxigenada sobre una superficie se crea una espuma similar al del efecto efervescente, eso se debe a la acción del oxígeno y ayuda a blanquear la ropa. En caso de ser ropa de color, no lo dejes actuar durante mucho tiempo para así no deteriorar el color.
Para hacerlo, debemos mezclar dos partes de agua oxigenada con una parte de detergente de ropa. Con un pulverizador, esparcimos la mezcla por la mancha y lo dejamos actuar durante 30 minutos, después sólo tendrás que lavar la ropa como lo haces normalmente.
2. Desinfecta tu cepillo de dientes
Es recomendable desinfectar con cierta frecuencia nuestro cepillo de dientes, ya que en él se quedan muchos gérmenes que nos acabamos metiendo de nuevo en la boca. El agua oxigenada es perfecta para este fin, ya que sólo tendremos que sumergir el cepillo de dientes en ella, rápidamente veremos como se crea una especie de espuma, y tras 4 minutos, podremos sacarlo y lavarlo con agua. ¡El cepillo de dientes está como nuevo!
3. Deshazte del moho
Algunos rincones de nuestra casa, los que están más expuestos a la humedad, son propensos a crear moho. Si esto te ocurre, aplica agua oxigenada por la zona y déjala actuar durante 10 minutos. Después sólo tendrás que pasar un trapo seco y el moho habrá desaparecido.
Fuente: labioguia
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