El color de las paredes no sólo variará dependiendo de la luz natural que tengamos, del estilo que queramos conseguir o de nuestro gusto. Si queremos sacarle el mayor rendimiento a los colores de la pared podemos dejarnos asesorar por la psicología del color. Esta teoría defiende que cada color evoca en las personas una u otra sensación, algo que puede resultar muy útil en casa.
¿Qué es la psicología del color?
Varios estudios analizan el efecto que tiene en las personas percibir un color u otro. Aunque los efectos son moderados, es decir, ninguna habitación nos provocará llanto por su color de paredes (o sí, depende del gusto que tengamos), lo cierto es que el color puede provocar sensaciones como de ánimo, motivación, apagarnos, etc.
Como seres humanos, identificamos los colores con una cosa u otra y por eso nos transmiten unas emociones u otras. Esto puede resultar muy útil, por ejemplo, en un cuarto de estudio, donde necesitamos concentración, en un dormitorio donde lo que queremos es descansar o incluso en una sala de estar que buscamos conformidad.
Para que tengas una pequeña guía de cómo nos puede ayudar el color de las paredes en nuestra casa, a continuación analizaremos los colores más recurrentes analizando el efecto que pueden tener en nosotros. ¡Comenzamos!
1. Color blanco
El blanco siempre es una apuesta segura, es un color atemporal, por lo que nos aseguramos de que nunca pase de moda y de que incluso, cambiando el mobiliario en un futuro, el color blanco pueda permanecer.
Es un color inocente y pacífico y transmite una sensación de limpieza y luminosidad. De hecho, es el color perfecto para habitaciones pequeñas, ya que el blanco tiene la capacidad de rebotar la luz y hacer parecer las habitaciones más amplias de lo que realmente son. También aporta más brillo, lo que nos sube el ánimo.
2. Color negro
El negro suele relacionarse con la oscuridad, lo formal o incluso lo triste, pero en casa, combinándolo como es debido, podemos conseguir una sensación de estilo, elegancia e incluso sofisticación.
Lo más importante es que si utilizamos el negro, nunca lo hagamos en la totalidad de las paredes, ya que eso absorbería mucha luz, y la habitación pasaría a ser demasiado oscura. El negro es una muy buena opción si lo combinamos con otros colores y hacemos contrastes con otros colores vivos, o incluso con blanco.
3. Color rojo
Es, sin duda, un color atrevido. Aunque tiene mucha fuerza, lo cierto es que lo más recomendable es utilizarlo como el color negro, creando contrastes o utilizándolo en determinadas zonas de la casa. Una habitación entera de rojo puede quedar bien, pero si no lo combinamos a la perfección, puede resultar demasiado cargante.
El color rojo es, por excelencia, el color de la pasión. Transmite fuerza y energía, y es un color para personas extrovertidas y atrevidas. Con estas características, no es el color más apropiado para utilizar en un dormitorio, ya que nos exaltaría en vez de relajarnos.
4. Color naranja
El naranja es, sobre todo, un color alegre, así que puede darnos mucho juego en algunas habitaciones de nuestra casa como la cocina o el salón. Es un color que invita a la comunicación, así que utilizarlo en las habitaciones donde nos solemos reunir con la familia siempre será un acierto.
Como hemos dicho, el naranja es un color alegre, brillante que transmite vitalidad, optimismo y confianza. Es muy amigo del blanco, así que podemos combinarlos y crear espacios realmente acogedores.
5. Color amarillo
El amarillo se relaciona con la actividad mental y la inspiración creativa, por lo que es el color perfecto para aquellas estancias en las que queramos estar activos como despachos, salas de estudios, talleres, etc.
Además, es un color que da mucha luminosidad, por lo que es ideal para utilizar en zonas oscuras, como pasillos. Aunque a priori no lo parezca, el amarillo es un color muy fácil de utilizar y combinar, así que puedes jugar con él en cualquier habitación de la casa. Transmite la energía del sol, y eso siempre se traduce a alegría y bienestar.
6. Color azul
Si utilizamos el azul en casa podemos conseguir un ambiente formal y distinguido, pero a la vez transmite una sensación de paz y confianza.
Es un color que se suele utilizar en dormitorios porque además invita al descanso, es acogedor y calma la energía. Es ideal para combinar con otros colores, como por ejemplo el blanco, aunque lo cierto es que con cualquier tono cálido puede ir muy bien. El azul es, de los tonos fríos, posiblemente el más sobrio, pero da resultados geniales.
7. Color verde
El verde es el color, por excelencia, de la naturaleza. Nos recuerda a lo que está vivo, a lo que crece y a lo que es natural. El verde, el color de la esperanza, transmite paz y seguridad.
Es un color que puede ir bien en cualquier habitación, y todas sus tonalidades nos ofrecen muchas posibilidades. Los tonos más claros son geniales para las cocinas, que dan vida y alegría, los tonos más oscuros podemos utilizarlos para los dormitorios o el salón, que tiene un punto más sobrio.
8. Color morado
Este color puede resultar extravagante y pomposo. Por ello no se recomienda pintar toda una habitación del mismo color. Sin embargo, igual que con algunos colores anteriores, el morado es perfecto para crear ambientes divertidos y de contrastes.
Hace muchos años el morado se convirtió en el color de la realeza, por lo que este color transmite esa cierta sensación de distinción. Aún así, tiene efectos relajantes, así que el morado es un buen color para utilizar en dormitorios o incluso en baños.
9. Color rosa
Es imposible no relacionar el color rosa con la feminidad o lo tierno. Pero lo cierto es que este color no sólo nos vale para las habitaciones infantiles o un piso de chicas. El color rosa tiene muchas posibilidades y, de hecho, se ha puesto de moda en la decoración de interior.
Hay muchas tonalidades diferentes y se puede combinar fácilmente. Va muy bien con el blanco o el dorado.
10. Color marrón
Igual que el verde, el marrón nos evoca a la naturaleza y a su poder. El marrón nos recuerda a la tierra y a la madera, creando espacios acogedores y sobrios por igual.
Es un color cómodo, neutral y genial para espacios como los salones, comedor, pasillos o dormitorios.
11. Color gris
El gris es un color neutro que va genial con cualquier estancia. Provoca sensaciones relacionadas con el intelecto, con la estabilidad y la sofisticación.
Eso sí, si no lo combinamos correctamente puede provocar una sensación demasiado sobria y triste. Lo ideal es agregarle otros colores más vivos y alegres para conseguir el efecto deseado.
Fuente: Habitissimo
Además de Internet y la tecnología también me gusta la decoración en general.