Hay cientos de maneras de exponer éstas obras, y a ellas puedes sumarle todas las que se te ocurran a ti. Lo importante, en cualquier caso, es que el resultado sea obra de tu propia imaginación y creatividad; pero si sientes que las musas no están dispuestas a echarte una mano, aquí te dejamos 18 ideas que te pueden servir de inspiración para llenar una pared de cuadros. ¿Te animas?
1. Del suelo al techo
No tengas miedo de llegar todo lo alto que el techo te permita. El resultado será una pared completamente cubierta con tus imágenes favoritas.
2. Blanco y negro
Todos los saben: la combinación de blanco y negro nunca falla. Elegir un par de colores puede ser muy útil a la hora de crear un collage. Si el blanco y el negro te parecen demasiado serios, lánzate a elegir tu propia combinación para tu pared de cuadros.
3. Ponle color a la vida
Si bien el blanco y el negro son una elección con la que es difícil fallar, optar por una combinación de colores puede tener un resultado tan bonito como éste. No tengas miedo a los tonos más atrevidos y chillones, pueden marcar la diferencia.
4. Estabiliza con simetría
La simetría puede ser un gran aliado para éste tipo de murales; hace el trabajo mucho más sencillo y el resultado sigue siendo muy original. Puedes optar por utilizar marcos con las mismas medidas, o combinar varios tamaños colocándolos de forma simétrica, con los más pequeños a los lados, o en el centro… Hay cientos de opciones.
5. Haz pruebas antes de empezar a colocar los cuadros
Puedes hacer plantillas de tus marcos en papel para probar diferentes combinaciones hasta que des con la que más te guste. Una vez elegido te pones manos a la obra para armar tu pared de cuadros.
6. El tamaño no importa
Los marcos más grandes y los más diminutos puede compartir pared unos al lado de otros. Si utilizas cuadros de muchos tamaños diferentes, te va a quedar una pared así de original:
7. Una pared de recuerdos
Haz una selección de las fotografías antiguas que hayas ido recopilando a lo largo del tiempo. Puedes duplicar fotos que tengan tus abuelos o tus padres. Las fotografías antiguas tienen un aire muy personal y pueden hacer de tu mural un bonito homenje a tus orígenes.
8. El mundo entero a tu disposición
Los mapas son un gran recurso gráfico para crear éste tipo de murales. Puedes hacer recortes, buscar en mercadillos o papelerías antiguas, combinar colores y tamaños… Dale el sentido que tu quieras: sitios en los que has estado, lugares a los que deseas ir, puedes exponer sólo zonas verdes o sólo planos de ciudades, ¡lo que tú quieras!
9. Olvídate de los marcos
En una pared de cuadros, los marcos no son imprescindibles. Si tienes lienzos o algún tipo de material que no corra peligro de estroparse sin la protección de un cristal, cuélgalo sin más.
10. Letras y palabras
Los monogramas son un gran recurso a la hora de hacer un mural. Puedes elegir una sóla letra que tenga un significado especial para ti, o seleccionar palabras que te inspiren. Si te decantas por ésta opción, puedes combinar las palabras por grupos para darle un significado al mural: aquellas que te recuerden a momentos de relajación y paz, si el mural es para tu habitación o para el salón; nombres de utensilios de cocina o de tus recetas preferidas, si es para una pared en la cocina; los nombres de tus escritores preferidos, si es para un estudio… Ya sabes, échale imaginación.
11. No te olvides de las escaleras
Los murales con cuadros son muy típicos de las zonas de paso. Puedes hacer de las escaleras de tu casa un lugar mucho más acogedor e interesante si llenas las paredes con imágenes.
12. Olvídate del contenido
¿Qué tal si sólo utilizas los marcos y te olvidas de las imágenes? Hay tantas formas y colores que las posibildades son infinitas. Esta opción de pared de cuadros «vacíos» es sencillamente muy original.
13. Deja la decoración a los mejores
Todos los niños son unos artistas potenciales. Si les permites participar en la decoración de la casa no sólo harás que se sientan más útiles e integrados en las actividades de la familia, sino que además estarás motivandoles para seguir desarrollando su creatividad. Admitámoslo, esas obras merecen estar en un museo.
14. Trae la naturaleza al interior
Si tienes plantas y te gusta la naturaleza, puedes usar cuadros de madera sin tratar para conseguir algo así:
15. Los rincones merecen más atención
Los murales de cuadros quedan genial en los rincones. Basta ya de llenar esos lugares olvidados con lámparas que nunca encendemos o con sillas aisladas. Los cuadros harán todo el trabajo y el resultado será mucho más práctico.
16. Recurre a estantes
Si en vez de hacer una pared de cuadros, los pones sobre estantes, podrás cambiarlos de orden y lugar siempre que quieras sin ninguna complicación. También te permitirá hacer murales temáticos en fechas que sean importantes para ti: cumpleaños, aniversarios, en Navidad, para alguna fiesta…
17. La TV está tan sola…
Desde que la humanidad decidió deshacerse de aquellos espantosos muebles para la TV que llenaban toda una pared del salón con armarios, cajones y vitrinas, y empezamos a optar por mobiliario más sencillo y menos invasivo, nos encontramos con el problema de que nuestras televisiones se quedaban tristes y solas, rodeadas de una gran espacio vacío. Los murales resuelven éste problema decorativo, convirtiendo a la TV en un marco más, feliz y con movimiento.
18. Mírate en los cuadros
Incorpora espejos a tu pared de cuadros. Multiplicarás la luz de la estancia y obtendrás un resultado mucho más original y práctico.
Vía Homedit
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