Una iglesia en un acantilado que da al Mar Egeo y que no dejará indiferente a nadie 🏰

Antes de que los arquitectos y diseñadores puedan sorprendernos con majestuosos edificios, casas o monumentos construidos en todo el mundo, hay un proceso de creación muy arduo que lleva mucho más tiempo del que imaginamos. Nosotros disfrutamos del resultado final, y la mayoría de veces obviamos toda esta parte, que ni siquiera se da a conocer.

Pero lo que es cierto es que las mayores obras de arte tienen un gran trabajo detrás, trabajo que ocupa los días, la ilusión y la mente de un gran equipo que muchas veces acaba quedando en el olvido.

Nosotros hoy queremos presentaros un proyecto espectacular, que aunque a día de hoy no se ha hecho realidad, destaca por su originalidad y cuidado en todos y cada uno de los detalles.

Se trata de un trabajo de OPA (plataforma abierta para la arquitectura), quienes han conceptualizado la ‘Capilla de Santa Cruz’. Hablamos de un edificio religioso que reúne la tradición, el simbolismo y la creencia junto con la simplicidad, la armonía y la arquitectura contemporánea.

La capilla es una cruz que divide el espacio en tres niveles y, a pesar de que no es la primera idea de integrar este símbolo en la arquitectura de una iglesia, sí que es la primera vez que se hace en forma vertical, ya que el edificio se extiende por uno de los acantilados que dan al Mar Egeo. Por otra parte, el impacto visual del edificio es mínimo, ya que sólo tiene una fachada del lado del acantilado.

Al ser un edificio subterráneo, los materiales de su construcción ayudan a conseguir aislamiento térmico, consiguiendo una temperatura estable en su interior. Por la noche, la capilla se ilumina, de manera que se puede ver desde la distancia, funcionando así como un faro.

La luz penetra en el interior gracias a la cristalera que recorre la fachada principal. El acabado rugoso de hormigón sin revestimiento coincide con el paisaje árido de la zona, evitando el impacto visual del que antes hablábamos.