En la isla más remota del mundo necesitan 5 profesores y les pagarán todos los gastos

Buen sueldo, alojamiento y gastos de traslado, esta oferta de trabajo lo tiene todo, al menos si no te importa estar lejos de todo.

La isla más remota e inaccesible del mundo, Tristán de Acuña, busca profesores con experiencia en el sistema educativo de Reino Unido para enseñar a 23 estudiantes de primaria y secundaria.

Si eres uno de los 5 elegidos, tendrás que realizar el viaje de tu vida para llegar a tu futuro puesto de trabajo. Conoce los detalles de esta curiosa oferta laboral y la localización de este pequeño paraiso natural.

La isla volcánica de Tristan de Acuña fue descubierta en 1506 por el explorador portugués Tristão da Cunha, a quien debe su nombre.

La isla se encuentra a 2816 kilómetros de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, la población más cercana.

La isla no fue considerada como habitable debido a su abrupto paisaje montañoso, la ausencia de un puerto natural, la falta de tierras para la agricultura y un clima severo con lluvias y fuertes rachas de viento.

A pesar de las dificultades, un grupo de valientes se asentó en la zona, creando así la comunidad más remota del planeta.

En 1816, la isla se anexionó a la Corona Británica y actualmente forma parte del territorio de ultramar de Reino Unido junto a las islas de Santa Elena y Ascensión.

Sus 268 habitantes necesitan encontrar 5 profesores para educar a 23 alumnos de primaria y secundaria.

El Gobierno local ofrece un buen sueldo, alojamiento gratis y los gastos de traslado.

La población es pequeña y acogedora.

La vivienda ofrecida es grande y confortable.

A pesar de las facilidades, la Isla de Tristan de Acuña es un lugar aislado. No tiene aeropuerto y sólo se puede llegar a la isla en barco, tras 7 días de travesía.

Además la isla está rodeada por acantilados de más de 600 metros de altura.

Aunque la televisión no llegó hasta 1998, la conexión a internet se ha mejorado recientemente.

Y la ciudad cuenta con una tienda de ultramarinos, una emisora local de radio, un café, un videoclub, una piscina y una pista de tenis.

Y una granja que abastece de productos cárnicos a la ciudad.

Curiosamente la isla consume una disparatada cantidad de botellas de Wisky, unas 300 a la semana.

Aunque no deja de ser algo anecdótico, pues todo el mundo parece gozar de una excelente salud.

Una vez al año, el buque «RMS Saint Helena» atraca en el puerto cargado de nuevos productos, medicinas, libros, vídeos, revistas y correo.

Y un equipo completo de médicos de cabecera, dentistas y otros especialistas que revisan minuciosamente la salud de la población.

Si te apetece vivir la aventura de tu vida y disfrutar de una estancia gratuita en un paraíso natural, no lo dudes y envía tu curriculum.

Fuente: vuelaviajes.com, tristandc.com, wikipedia, canalviajes.com, lareserva.com

Artículo publicado previamente en La Voz del Muro.