Hablamos de la pintura de la pared. Los diseños son infinitos, sea cual sea nuestro gusto o personalidad, tenemos multitud de variedades y combinaciones de colores para elegir. Cualquier rincón de tu casa puede cambiar radicalmente con una buena mano de pintura.
Es una opción muy económica y vistosa para cambiar la imagen de cualquier espacio de tu hogar. Pero, a veces tenemos muchas dudas sobre qué pinturas escoger o qué pasos debemos seguir antes de coger la brocha. Por ello, te vamos a dar las 5 claves fundamentales que has de tener en cuenta antes de comenzar a pintar cualquier pared de tu hogar y obtener los mejores resultados. ¿Listos? ¡Comencemos!
1. Observar e imaginar antes de comenzar
Es fundamental, antes que nada, pensar en lo que nos gustaría pintar, sobre qué superficie y cómo vamos a realizarlo. Hay que tener en cuenta aspectos como el tamaño de la habitación o la luz natural que entra en ella; son determinantes para elegir los colores o las diferentes combinaciones de ellos. También hay que planificar en qué orden vamos a pintar, por ejemplo, primero empezar por el techo; y recordar que cuántas menos manos de pintura demos, mejor será el acabado.
2. Elegir adecuadamente los colores
Para elegir uno o varios colores, primero debemos tener en cuenta las dimensiones del espacio y la luz. Cada color tiene un poder especial que nos va a influir en nuestro día a día, por ejemplo los colores cálidos aumentan la energía, los fríos crean ambientes relajados y los amarillos o verdes dinamismo.
3. Elegir el tipo de pintura más acorde a tu vivienda
No es lo mismo utilizar pintura plástica, soluble al agua, que es más fácil de limpiar y seca muy rápido, que elegir pinturas oleosas que tardan más en secar y su acabado es más suave. Estas últimas son ideales para baños o cocinas, donde hay más vapor y humedad.
4. Elegir el tipo de acabado
Aunque no lo creas, existen un gran abanico de acabados para las paredes de tu casa. Mates, satinados, brillantes, rastrillados, punteados… Cada uno de ellos tendrá más o menos brillo, acabados más o menos duraderos y serán más o menos fáciles de limpiar.
5. ¿Qué utensilios utilizar?
Una vez tengamos estudiado los colores, tipo de pinturas y acabados, es hora de pensar en qué materiales vamos a utilizar. Por ejemplo, si nos decantamos por pintura al agua o acabados decorativos, lo ideal es utilizar rodillos de lana sintética o natural, que nos facilitarán mucho el trabajo, así como los rodillos con textura para los acabados decorativos. Las brochas, sin embargo, son más idóneas para las zonas más difíciles y delicadas. También es importante hacernos con cinta de carrocero para tapar y proteger interruptores y demás objetos.
Fuente: Proyectos.habitissimo
Periodista especializada en decoración. Interesada por todo lo que tiene que ver con el interiorismo y el mundo deco.