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Dejó su trabajo para construir su casa soñada y la utilizó para pedir matrimonio a su novia

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La historia de una casa soñada. David Herrle era un hastiado oficinista de Westbrook, Connecticut, que quiso cambiar radicalmente el rumbo de su vida una bonita mañana de 2007 mientras paseaba por el sendero de los Apalaches. Se convenció a sí mismo que era demasiado joven como para seguir haciendo algo que odiaba. Debía de dar un vuelco a su vida ahora que aún no era demasiado tarde.

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Le encantaba el paisaje que tenía ante él. La desbordante y arrolladora naturaleza a su alrededor, el aire puro en los pulmones, los diferentes sonidos del bosque siempre tan relajantes, etc. Eso era exactamente lo que quería. «Menos es más» pensaba.

Decidió que deseaba vivir en mitad del campo y, con sus nociones de carpintería, se dispuso a construir su propia casa con todo lo imprescindible para vivir y ni una sola cosa más.

Así lo hizo pero… No solo se quedó ahí. Quiso aprovechar el proyecto para otro fin todavía más importante en su vida.

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Su pareja, compartía la misma idea y juntos construyeron lo que sería su nuevo hogar. Libre de ataduras de todo tipo. Ecológico y sostenible.

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La duración del proyecto fue de 6 semanas y el coste total fue de 4.000 dólares. Las dimensiones de la casa soñada son de 14 por 11 metros.

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En su interior, como podéis ver, prima la simplicidad y practicidad de los muebles así como del aprovechamiento máximo de los espacios.

La casa consta de dos alturas a la que se puede acceder gracias a una sencilla escalera estratégicamente colocada para tal fin. En el espacio superior se encuentra el dormitorio con una cómoda cama de matrimonio.

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La cocina, situada en el espacio entre la zona superior de la estancia y la escalera, consta de unas cuantas estanterías hechas con tablones de madera, armarios y una pequeña cocina de gas.

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No podría faltar una amplia ventana donde dejar ver las magnificas vistas del exterior.

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Nos gusta especialmente el colorido lavabo de cerámica mexicana.

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En la línea decorativa de estilo rústico, nos encontramos con un humilde, pero cuidadosamente compuesto, baño.

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El azul celeste junto con el marrón típico de la madera le dan un toque alegre y elegante a la pequeña casa soñada.

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No podía faltar una zona para la sala de estar, con sofá de dos plazas de color beige.

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Pero nada de esto tendría sentido para el joven carpintero sin su amada. Por esto, quiso aprovechar, una vez finalizada la casa, para pedirle matrimonio de una manera muy original y bonita.

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* ¿quieres casarse conmigo?

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Por supuesto, ella le dio un rotundo «sí «.

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Como el que no arriesga no gana, Herrle utilizó su plataforma de facebook para divulgar su proyecto de vida. Gracias a esto, varias personas se pusieran en contacto con él para ayudarlas a realizar casas de similares características.

Hoy en día, este matrimonio vive feliz en el hogar que siempre soñaron y él trabaja al fin en algo que le gusta y le hace realmente feliz, ayudar a otros en encontrar la casa soñada para ellos.

Resumen
Dejó su trabajo para construir su casa soñada y la utilizó para pedir matrimonio a su novia
Título
Dejó su trabajo para construir su casa soñada y la utilizó para pedir matrimonio a su novia
Descripción
La historia de una casa soñada. David Herrle era un hastiado oficinista de Westbrook, Connecticut, que quiso cambiar radicalmente el rumbo de su vida una bonita mañana de 2007 mientras paseaba por el sendero de los Apalaches.
Publicado en
Casas Increíbles