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Esta pequeña cabaña en Noruega se ha adaptado a la naturaleza de manera impresionante

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Seguro que hay muchos parajes naturales cerca de donde vivimos que serían el lugar perfecto para tener nuestra casa de los sueños. Pero lo cierto es que, aunque nos hagamos con el terreno, el impacto visual que puede crear una gran construcción destrozaría el medio ambiente, y por lo tanto el paraje natural, dejaría de serlo.

Hay muchas personas y estudios de arquitectura que son muy conscientes de esto, y que ponen todo de su parte para poder hacer construcciones que respeten lo máximo posible el entorno.

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Hoy os traemos uno de esos ejemplos que nos impresionan, y que además se puede convertir en tu alojamiento de vacaciones si tienes pensado ir a los fiordos noruegos.

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Se trata de una pequeña cabaña de apenas 30 metros cuadrados que se pierde entre las rocas al sureste de Noruega. Es el resultado del asombroso trabajo del estudio Lung Hagem, dedicado al diseño y la arquitectura contemporánea y sostenible.

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Por regla general, para construir en un lugar así, el medio debería adaptarse hasta cumplir las condiciones adecuadas. Se pulirían muchas de las rocas, y se agrandaría el espacio hasta tener el que necesitamos. Sin embargo, siguiendo la línea sostenible que caracteriza a Lung Hagem, ellos decidieron adaptar la casa al medio y no al contrario.

De este modo se construyó una cabaña de 30 metros cuadrados que se adapta a las rocas del lugar, sin dejar atrás ningún lujo, ya que la casa, además de ser el refugio perfecto para cualquier persona, está adaptada para cualquier época del año.

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El techo de hormigón está hecho con forma de escalera, pudiendo disfrutar en la parte superior de unas excelentes vistas panorámicas del mar. Este techo es el que permite que el resto de paredes de la casa sean acristaladas, ya que se encaja con las rocas, y las paredes pasan a ser mera decoración.

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Desde el interior se puede disfrutar de la naturaleza que envuelve el entorno, la mayoría de muebles son de madera y el techo, aunque por fuera es del hormigón, por dentro se presenta lleno de tiras de roble entrelazadas.

Una distribución sencilla es el toque esencial que necesita una cabaña que, a pesar de tener pocos metros, aprovecha al máximo el espacio, proporcionando una sensación de paz y tranquilidad.

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Fuente: Deadbees, arquitecturayempresa